Un reciente estudio científico ha desafiado una creencia ampliamente aceptada sobre la anatomía de las plantas y su relación con la eficiencia energética, conocida como la regla de los árboles de Leonardo Da Vinci.

Los investigadores de la Universidad de Bangor, en Reino Unido, y la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas (SLU, en sus siglas en inglés) han presentado un modelo innovador que redefine cómo entendemos la anatomía vascular de las plantas, especialmente en lo que respecta a la forma en que utilizan el carbono y cómo esto afecta su capacidad de enfrentar el cambio climático.

La “regla de los arboles” de Da Vinci fue realizada para describir cómo dibujar árboles a la hora de modelizarlos y su funcionamiento.

Hasta ahora, se había asumido que el área combinada de la albura en las ramas de las plantas se mantenía constante en todos los niveles de ramificación. Sin embargo, este nuevo estudio, basado en la teoría del escalamiento metabólico (MST), sugiere lo contrario. Refutando así a Da Vinci.

Los científicos descubrieron que las plantas pueden optimizar su sistema vascular para ser más energéticamente eficientes, lo que puede tener un impacto significativo en su forma y función.

El modelo MST original describía un sistema de conductos que se ensanchaban desde la punta hasta la base de la planta. Sin embargo, este nuevo enfoque incorpora la coalescencia de conductos a lo largo de la planta, lo que permite tasas variables de ensanchamiento y coalescencia. Esto significa que las plantas pueden ajustar la morfología de su sistema vascular de acuerdo con sus necesidades energéticas.

Uno de los hallazgos más sorprendentes de este estudio es la relación inversa que los científicos han encontrado entre el ensanchamiento de los conductos de punta a base y la disminución del volumen de las ramas de base a punta. Esto desafía la creencia anterior en la “regla de Leonardo”, que afirmaba que el área de la albura se mantenía constante en todos los niveles de ramificación.

La investigación también demostró cómo este nuevo modelo puede explicar por qué los árboles grandes son más vulnerables al cambio climático. A medida que las plantas crecen, aumentan el ensanchamiento y la coalescencia de sus conductos, lo que, paradójicamente, las hace más susceptibles a la sequía.

El estudio publicado en la revista PNAS, además de proporcionar una comprensión más profunda de la anatomía de las plantas, tiene implicaciones importantes para la asignación de carbono en las plantas y la inversión de energía necesaria para su crecimiento.

El equipo destacó que este descubrimiento podría tener un impacto significativo en la forma en que abordamos la conservación de los árboles y las plantas en un mundo que enfrenta desafíos cada vez mayores relacionados con el cambio climático.

Aunque este estudio representa un avance importante en nuestra comprensión de la biología de las plantas, se necesitarán más investigaciones y datos empíricos para confirmar algunas de las predicciones del modelo.

Tags:

Deja tu comentario


Sigue la cobertura en CNN Chile