Atender la complejidad del cambio climático es un desafío para todo el mundo. Los impactos desiguales del fenómeno climático desde una perspectiva de género están fuertemente vinculados a la desigualdad socioeconómica y la pobreza en el marco de un crecimiento que es excluyente e insostenible.
Sin embargo, el problema va más allá del impacto directo del cambio climático y se encuentra también en la forma de combatir el mismo. El informe Por qué la acción climática necesita perspectiva de género, elaborado por BCG, afirma que “si no se incorpora a las mujeres a la estrategia para frenar el calentamiento global, el cierre de la brecha de género previsto para dentro de 135 años, se retrasará 15 años más”.
“Si llegan las sequías, son ellas las más perjudicadas, pues se enfrentan a una pérdida de la productividad y, en consecuencia, de su independencia económica”, señala la socia de BCG María López a El País.
La economía verde que contempla 88 millones de empleos, solo un 29% de los cuales ocupados por mujeres. En 2050, la representación femenina será de un 25%.
A pesar de lo anterior, la buena noticia es que se puede evitar al aplicar la perspectiva de género en las soluciones para el cambio climático. “Cerrar la brecha de género en la economía verde haría crecer el PIB global un 1,7%”, asegura López.
BCG/Créditos: El País.
En los próximos años se invertirán más de 88 billones de euros en propuestas destinadas a lograr ser neutros en emisiones, con lo que es importante que ambos sexos sean tenidos en cuenta de la misma manera a la hora de elegir qué apoyar.
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