(CNN) – Una mariposa azul se ha convertido en un ícono para la conservación, luego de ser el primer insecto norteamericano en extinguirse debido a los seres humanos.
La última de las mariposas azules Xerces revoloteó por el aire en San Francisco a principios de la década de 1940. Ahora, solo se pueden ver en exhibidores de vidrio en los museos.
Estos seres vivían en dunas a lo largo de la costa de San Francisco y los científicos los caracterizaron por primera vez en 1852. Cuando el desarrollo urbano se extendió por California, los suelos arenosos se alteraron.
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Este fenómeno causó un efecto dominó, eliminando especies de la planta que usaban las orugas Xerces. El cambio de hábitat fue demasiado radical para la mariposa azul Xerces y la especie se extinguió.
“Fue el primer insecto en los EE.UU. que se documentó que fue conducido a la extinción por las actividades humanas“, manifestó Corrie Moreau, directora de la Colección de insectos de la Universidad de Cornell y autora de un nuevo estudio sobre esta mariposa.
“La conversión del hábitat y el desarrollo urbano causaron la pérdida de esta especie. La mariposa azul Xerces se ha convertido en un ícono para la conservación de insectos. De hecho, la organización de conservación de insectos más grande incluso lleva el nombre de esta especie”, añadió.
Sin embargo, los científicos han cuestionado durante mucho tiempo si Xerces era una especie distinta, una subespecie o en realidad solo una población aislada de otro tipo de mariposa, la azul plateada que vive en el oeste de Estados Unidos y Canadá.
Moreau y sus colegas recurrieron a los museos para responder a la pregunta. “Usamos colecciones presentes en diferentes recintos y secuenciamos el genoma. Además, realizamos otras técnicas analíticas que ni siquiera podían imaginarse cuando se recolectaron la mayoría de las muestras”, manifestó.
“Esto es innovador porque podemos abordar preguntas que no se pueden responder de otra manera. Este estudio es un gran ejemplo de esto, ya que no podemos salir y recolectar la mariposa azul Xerces y la única forma de abordar las preguntas genéticas es recurriendo a las colecciones en museos”, dijo.
El Field Museum alberga múltiples especímenes de la mariposa azul Xerces, por lo que Moreau y sus colegas decidieron extraer ADN de un espécimen de mariposa de 93 años de la colección del recinto para ver si cumplía las condiciones para pertenecer a una especie única.
Moreau pudo recuperar el ADN después de pellizcar una pequeña parte del abdomen del insecto. “Dar los primeros pasos y arrancar parte del abdomen fue muy estresante, pero también fue estimulante al saber que podríamos abordar una pregunta que no ha tenido respuesta”.
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El equipo de expertos pudo recuperar suficientes hilos de ADN para compararlo con el ADN de la mariposa azul plateada. Gracias a estos datos determinaron que la mariposa azul Xerces era una especie separada y que los humanos de hecho hicieron que se extinguiera.
“Es interesante reafirmar que lo que la gente ha estado pensando durante casi 100 años es cierto, que esta era una especie conducida a la extinción por las actividades humanas”, manifestó en un comunicado Felix Grewe, coautor del estudio y codirector del Centro de Bioinformática Grainger.
El equipo pudo recuperar suficiente información genética para demostrar que Xerces era una especie única, pero no es suficiente para resucitar a las mariposas, dijeron los investigadores. Además, se deben considerar muchos factores antes de intentar que una especie vuelva a través de la extinción.
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