Si bien muchos creerían que en la naturaleza los cazadores son los que hieren a las presas, esto siempre no es el caso. Tal es el caso de las hormigas Matabele, las cuales se especializan en cazar termitas, las cuales son bastante eficientes al momento de defender sus vulnerables nidos, dejando a cientos de hormigas heridas.
Sin embargo, un nuevo estudio, publicado en Nature Communications, habría demostrado que esta especie de insecto encontró una forma de palear las fatalidades de estas verdaderas batallas. Todo, porque al parecer contarían con un avanzando sistema de salud al interior de sus colonias.
Las hormigas que usan antibióticos
Las principales lesiones que enfrentan las hormigas Matabele (Megaponera analis) provienen de las afiladas mandíbulas de los soldados termitas. Además del daño físico inmediato, estas heridas pueden infectarse. Sin embargo, estas hormigas no solo han desarrollado tratamientos con propiedades antibióticas, sino que también muestran la capacidad de reconocer cuándo aplicarlos, salvando a la mayoría de sus valientes guerreras.
El Dr. Erik Frank, de la Universidad Julius-Maximilians-Universität (JMU) Würzburg, lidera un equipo de investigación que explora la asombrosa capacidad de supervivencia de M. analis frente a las lesiones. Según explican, en el reino animal, las infecciones a menudo resultan mortales, especialmente en especies que viven en grupos, donde los patógenos pueden propagarse con facilidad. Aunque muchos mamíferos poseen moléculas en su saliva con propiedades antisépticas y lamen sus heridas para limitar el crecimiento bacteriano, las hormigas Matabele parecen ir un paso más allá en su cuidado selectivo.
Observaciones de las batallas entre hormigas y termitas han revelado que hasta el 22% de los atacantes pierden una o más patas. Sin embargo, sus compañeras transportan a estas valientes heridas de vuelta al nido, donde las lesiones son lamidas y limpiadas. Esto sería esencial, ya que investigaciones anteriores informaron que el 90% de las hormigas no tratadas mueren dentro de las 24 horas posteriores a la lesión.
La principal causa de muerte es la bacteria Pseudomonas aeruginosa. Y aunque sería casi irracional afirmar que estas hormigas saben del patógeno, estas responderían de manera distinta ante heridas infectadas con P. aeruginosa, aplicando tratamientos con mayor frecuencia.
¿Cómo lo hacen?
Las hormigas Matabele producen 112 compuestos orgánicos, 23 de los cuales son desconocidos para la ciencia, desde su glándula metapleural. Al analizar estos compuestos, los investigadores descubrieron que aproximadamente la mitad de ellos poseen propiedades antimicrobianas o aceleran la cicatrización de heridas de diversas maneras. El propósito de los restantes aún no está claro, pero esta asombrosa capacidad médica distingue a estas hormigas.
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