Cerca de 16 mil personas sufren por la falta de agua en el municipio San Javier del secano costero en la provincia de Linares, Región del Maule. Es uno de los tantos casos de poblaciones fuertemente afectadas por la mega sequía que sufre nuestro país y que se ha ido agravando en los últimos años.
Para conocer más sobre la situación en esta región, Paloma Ávila conversó con Carlos Diez, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Maule.
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“La sequía, ya llevamos 10 años que nos está golpeando a esta región y al país entero. Lo que ha significado que cada vez tenemos menos seguridad de riego y más problemas en poder distribuir y repartir el agua a todos nuestros usuarios. Esta cuenca es la más grande del país, somos más de 13 mil regantes, son más de 250 mil hectáreas de riego y abarcamos desde el Río Claro, por el norte, hasta Longaví por el sur”, señala Diez.
En la misma línea, explicó de qué forma afecta a la región esta escasez hídrica: “La sequía nos ha ido golpeando, no tenemos embalses de cabecera, solamente una laguna que se llena a través de la nieve, que va cayendo año a año, de lenta recuperación. Es decir, una laguna interanual que no se alcanza a recuperar en un año. Más aún, esta laguna que tiene una capacidad de 1.400 millones de m3, en los últimos años hemos estado bordeando entre el 17% y 30%. Hoy mismo tiene 212 millones de m3 y para poder tener un año normal en el riego, necesitamos alrededor de 400 a 500 millones de m3. Entonces, estamos bastante bajos en la recuperación y en la necesidad que tienen los regantes”.
Un informe de la DGA en febrero de este año, contempló las 19 cuencas hidrográficas más importantes del país. El déficit se extiende entre las regiones de Atacama y Ñuble y van desde el 97% para el río Sobrante, afluente de La Ligua (Valparaíso), hasta el 53% del río Claro (Maule), región de igual nombre.
“Con la misma DGA se está haciendo todo el estudio, el requerimiento por cuenca en algunas ya estamos pidiendo que se cierre todo lo que es la zona del Maule y Talca. Hay que seguir estudiando para poder concretar algo. Respecto a las plantaciones tanto de los frutales como los cultivos, son los mismos agricultores que se han ido dando cuenta de que tienen cierta cantidad de hectáreas que trabajar y frente a eso vamos tratando de mejorar”, indicó el dirigente.
Desde el directorio de la junta que preside, asegura, se están llevando a cabo diversas labores y convenios para paliar los efectos de la sequía. “Partió con un proyecto a través del gobierno regional donde instalamos nuestras propias estaciones de medición de nieve. Contamos con 11 estaciones a través de la cuenca y hoy estamos ampliando a tres más para poder realizar nuestras medidas de la cantidad de nieve que está cayendo y además de eso armar nuestro pronóstico. Por otra parte, se está trabajando muy fuerte con la ley de riego, revirtiendo los canales, mejorando en reparto, en telemetría, con el fin de poder distribuir de mejor forma y hacer más eficiente el uso de agua”, dijo.
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Una encuesta realizada a principios de la temporada de cosecha, llevada a cabo por Fedefruta, aseguró que entre 375 productores de Coquimbo al Maule, el 60% dejaría de regar el 20% de su superficie cultivada.
“Estamos iniciando el proceso de un estudio para infiltración de cuencas ya en forma oficial, por lo menos lo llevamos haciendo en dos temporadas de dejar correr siempre agua en los canales para evitar que se sequen y así se mantiene infiltrada la cuenca, por lo tanto hay menor pérdida. Eso es el primer punto que se está haciendo. Lo otro es en la limpieza de las aguas, tanto en implementar mejor uso de todos los productos químicos – que cada vez son menos tóxicos para el control- y además de usar plantas que van limpiando el agua al pasar en cada canal”, aseguró.
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