El verano pasado se rompieron 400 récords de temperaturas altas a lo largo de todo el mundo. Muchos meses fueron los más calientes de la historia, lo que parece ser una tendencia que nos ha seguido hasta el 2020.
De acuerdo al Servicio Copérnico por el Cambio Climático (o CCCS por sus siglas en inglés), enero de 2020 fue el más caliente de toda la historia documentada.
Con 0,77°C por sobre el promedio de los eneros de 1921 a 2010, éste año fue sólo un poco más cálido que el 2016, año con las temperaturas más altas de las que se tengan registro debido a los efectos del cambio climático y el fenómeno de El Niño, pasándolo por 0,3°C.
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El hecho de que el 2020 esté ganándole al principal punto de referencia de los efectos del calentamiento global, es un crudo recordatorio sobre los impactos que está teniendo la actividad humana en el mundo.
Durante los últimos 5 años las temperaturas han sorprendido a los expertos, quienes advirtieron que ésta tendencia llegó para quedarse. De acuerdo al CCCS, la mayor parte de Europa ha experimentando un enero inusualmente cálido, particularmente países al noreste del continente; algunos incluso alcanzando termómetros 6°C por sobre el promedio.
Las naciones nórdicas, conocidas por sus climas gélidos, han tenido eneros inusualmente calientes. Noruega no había pasado por un enero tan caluroso desde 1900. Por su parte, Finlandia no había experimentado un fenómeno así desde 1961. El servicio de la UE advirtió que estas condiciones pueden repercutir de forma negativa en el hábitat de los ciervos del sector.
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Las altas temperaturas que han azotando a Rusia se están extendiendo hasta Asia, alcanzando Japón, China y algunas partes del Sudeste del continente. Los termómetros han sido crueles también en la Antártica y en Australia, país que ha sido fuertemente afectado por incendios forestales los últimos meses.
Aun así, mientras enero del 2020 fue el mes más caliente de la historia, no todo el mundo sufrió por altas temperaturas. Algunas partes del sur de Europa experimentaron termómetros un poco más bajos de lo habitual. Fuera del continente viejo, en Canadá y en Alaska se presentaron fenómenos climáticos que enfriaron al ambiente por sobre el promedio de 1981 a 2010.
Mientras los negacionistas del cambio climático usan lo anterior como “evidencia” para apoyar su dañina creencia de que la crisis del calentamiento global no es real, la información indica claramente que la temperatura general de la Tierra está subiendo, haciéndole la vida más difícil tanto a animales como a personas. Según IFL, para combatir la difícil situación por la que la humanidad está pasando, necesitamos que los gobiernos tomen cartas en el asunto inmediatamente.
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