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Un sinnúmero de estudios han demostrado cómo el consumo de microplásticos puede afectar nuestra salud, desde estar presentes en las células hasta llegar al cerebro. Y esto no deja exentos a los animales, especialmente a los marinos, quienes tienden a confundir los residuos plásticos con comida, e incluso su degradación está presente en sus cuerpos.
Ahora, el grave impacto humano en el planeta ha llegado a nuevos niveles, puesto que la Associated Press informó que en los últimos ocho años han muerto al menos unos 20 elefantes luego de ingerir plástico presente en los vertederos de la aldea de Pallakkadu, cerca de la capital de Sri Lanka, Colombo.
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El alarmante anuncio se realizó luego que el pasado fin de semana se encontraran dos elefantes muertos. La autopsia realizada por médicos veterinarios demostró que tenían dentro de su cuerpo un gran número de residuos plásticos.
“El polietileno, las envolturas de alimentos, el plástico, otros no digeribles y el agua eran las únicas cosas que pudimos ver en las mortems posteriores. La comida normal que los elefantes comen y digieren no era evidente“, detalló Nival Pushpakumara, veterinario de vida silvestre, a AP.
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Pese a que en esta nación los elefantes son venerados, el gobierno no posee buenas medidas para protegerlos: en los vertederos han instalado cercos eléctricos para evitar que estos paquidermos entren en el sector. Además, su hambruna está de la mano con que los agricultores protegen sus cultivos, por los que cada vez tienen menos terreno para consumir alimentos.
Asimismo, son animales en peligro, ya que el último censo realizado en 2011 evidenció que en todo el país había aproximadamente unos 6 mil elefantes, muy lejos de los 14 mil ejemplares presentes durante el siglo XIX.
Esto demuestra que el consumo y producción desmedida de plástico por parte de la humanidad está afectando mucho más que el ecosistema en que todos los seres vivimos, sino que también está atentando contra la salud.
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