El dragón de Komodo (Varanus komodoensis), el lagarto más grande del mundo que alberga la isla indonesia del mismo nombre, está catalogado como “Vulnerable” en la Lista Roja de especies amenazadas, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Según consigna La Vanguardia, hoy son menos de 6 mil ejemplares de esta especie que viven libremente en el Parque Nacional de Komodo, de los cuales sólo 500 son hembras en edad de reproducción.
Con ese panorama en mente, los encargados del zoológico de Chattanooga sorprendieron con la noticia de que Charlie, una hembra dragón de Komodo, puso varios huevos de donde nacieron tres crías: Onyx, Jasper y Flint. Todo esto sin necesidad de aparearse.
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Hace un año los cuidadores del zoológico llevaron a un macho llamado Kadal para que se apareara con Charlie. Sin embargo, ella no le prestó atención. Eventualmente la hembra puso los huevos y nacieron sus crías, a las que se les realizaron pruebas de ADN, logrando detectar que no había rastro del material genético de Kadal.
Esto ocurre pues Charlie se reprodujo por partenogénesis, una forma de reproducción que se basa en el desarrollo de células sexuales femeninas no fecundadas.
En concreto el óvulo de Charlie se segmentó sin fecundar debido a factores ambientales, tales como podría ser el cambio de estación.
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La partenogénesis tiende a ocurrir en platelmintos, rotíferos, crustáceos, insectos, reptiles y más especies. En el caso de estos últimos, se tenía registro de que geckos y varanos lo hicieran comúnmente.
El hecho que los dragones de Komodo también puedan hacerlo es una noticia alentadora para los conservacionistas. Sin embargo, presenta el inconveniente de que sólo se pueden dar a luz a machos.
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