El gobierno de Donald Trump (2017-2021) pasó por encima de “todo” y el medio ambiente fue un área bastante perjudicada durante su mandato. Un legado de su administración es el muro fronterizo Estados Unidos-México, una valla de seguridad que causó un gran daño a la flora y fauna en el límite de Tijuana (Baja California) y San Diego (California)
La “cicatriz” que dejó su contrucción fue evidenciada en American Scar, un nuevo documental de la revista The New Yorker que denuncia la edificación del proyecto más representativo de la administración Trump.
Un estruendo causado por la dinamita seguido por una gigantesca nube de polvo y roca en las zonas más desoladas del desierto de Arizona se repite varias veces durante este cortometraje dirigido por Daniel Lombroso.
La frontera entre Estados Unidos y México tiene una longitud de 3.142 kilómetros. Antes de que Trump llegara a la Casa Blanca, ya habían barreras o vallas de separación en un tercio de la frontera, unos 1.050km.
Pero el magnate reparó estructuras ya existentes que estaban deterioradas, se construyeron unos 129 kilómetros de muro nuevo, de los cuales 53km corresponden a vallas secundarias. Las principales “víctimas” del muro han sido los animales y la flora silvestre.
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