En el marco del Día Mundial Contra la Desertificación y la Sequía, Chile enfrenta una crisis ambiental con la erosión afectando aproximadamente el 50% de su superficie, según el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN). Este problema, exacerbado por 14 años de mega sequía, pone en riesgo la productividad de los suelos y la sostenibilidad de los ecosistemas locales.
“Las lluvias recientes ofrecen una falsa esperanza. No son suficientes para revertir los efectos acumulados de la sequía prolongada,” advirtió Silvana Espinosa, vocera de Greenpeace Chile. “En lo que va del año, el gobierno ha emitido Decretos de Escasez Hídrica que impactan a 49 comunas, afectando a más de 1.6 millones de personas,” agregó.
La situación es particularmente crítica en la Región Metropolitana, donde las zonas más afectadas por la desertificación son la cordillera de la costa y la precordillera andina. Estos territorios han sido severamente impactados por la deforestación, el cambio en el uso del suelo y la sobreexplotación de recursos naturales. El CIREN, en su último estudio de 2010, ya había alertado sobre la creciente erosión en estas áreas, cifra que se ha mantenido o incluso agravado en la última década.
Impacto de las lluvias recientes
El Dr. Alexis Caro, hidrólogo e investigador de la Universidad de la Frontera (UFRO), destaca que aunque hubo precipitaciones significativas en el último año, alcanzando niveles cercanos al promedio histórico, el déficit de lluvias sigue siendo alarmante. “Este año, el déficit de precipitaciones se sitúa en un 49%,” comentó. El promedio histórico de lluvias para la Estación Quinta Normal es de 313 mm (1961-1990), un umbral que el país ha estado lejos de alcanzar consistentemente en los últimos años.
Consecuencias ecológicas
La sequía no solo impacta a las comunidades humanas sino también a los ecosistemas. Espinosa subraya la alarmante situación del bosque esclerófilo en la zona central de Chile. Este tipo de bosque, adaptado a condiciones mediterráneas, está mostrando signos de estrés hídrico inusuales. “El bosque esclerófilo, que normalmente se mantiene verde todo el año, está exhibiendo una coloración café, conocida como browning, debido a la prolongada sequía,” explicó.
Minería y desertificación
Actividades mineras a gran escala, como el proyecto Los Bronces Integrado, han sido señaladas por su contribución a la desertificación. Espinosa critica la explotación insostenible de fuentes de agua y la contaminación del suelo, indicando que estas prácticas agravan la sequía y la erosión. Greenpeace Chile ha lanzado la campaña “Subamos la voz, bajemos los Bronces”, que ha recabado más de 61.000 firmas en su sitio web bajemoslosbronces.cl, para frenar la expansión del proyecto minero.
Acciones y desafíos futuros
La crisis de desertificación y sequía en Chile requiere una acción urgente y coordinada. Espinosa aboga por políticas más robustas para la gestión sostenible de recursos naturales y la restauración de suelos erosionados. “Es crucial que el gobierno y las empresas actúen con responsabilidad ambiental para mitigar estos problemas antes de que se vuelvan irreversibles,” concluyó.
En el Día Mundial Contra la Desertificación y la Sequía, se hace un llamado a aumentar la conciencia y tomar medidas efectivas para combatir la erosión y preservar los recursos hídricos del país. La situación actual, aunque grave, puede ser manejada con un esfuerzo colectivo hacia la sostenibilidad y la resiliencia ambiental.
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