En las cálidas aguas de las islas japonesas de Okinawa, a pocos metros de sus costas, se esconde un mundo submarino lleno de maravillas, uno que ahora ha sorprendido a investigadores.
Entre los vibrantes arrecifes de coral que abundan en esta región, dos nuevas especies de calamares pigmeos han sido descubiertas recientemente, y no solo son fascinantes desde el punto de vista científico, sino que también han conquistado nuestros corazones por su adorable apariencia.
Estas dos nuevas especies de calamares pigmeos han sido bautizadas como el “Calamar Pigmeo de Ryukyuan” y el “Calamar Pigmeo de Hannan”.
El primero, conocido científicamente como Idiosepius kijimuna, debe su nombre al folclore japonés. Su piel rojiza lo hace parecer una criatura sacada de un cuento de hadas. Su nombre, Kijimuna, proviene de las pequeñas hadas pelirrojas que se dice que habitan en los banianos de Okinawa.
Por otro lado, el “Calamar Pigmeo de Hannan”, con el nombre científico Kodama jujutsu, se inspira en los espíritus del bosque japonés, los Kodama.
Estos seres se dice que viven en los árboles centenarios de bosques saludables, similares a los arrecifes de coral donde se encuentra esta nueva especie de calamar. Además, el nombre “Hannan” toma influencia del arte marcial japonés del jiu-jitsu, que refleja la habilidad de esta pequeña criatura para enfrentar camarones más grandes utilizando sus diminutos brazos.
Sin embargo, encontrar estas diminutas criaturas no fue tarea sencilla. Con un tamaño que no supera los 12 milímetros, incluso más pequeños que una moneda de diez centavos, y su actividad principalmente durante la noche, el equipo interuniversitario de investigadores y fotógrafos submarinos tuvo un reto considerable.
Como señala Jeffrey Jolly, coautor del estudio, “hay tantas otras cosas que observar en el océano que no es fácil encontrar un calamar del tamaño de la uña del meñique”.
A pesar de las dificultades, el equipo tuvo éxito en su búsqueda, y este hallazgo no solo es emocionante desde una perspectiva científica, sino también relevante en el contexto actual. Estas adorables criaturas forman parte de un ecosistema delicado que se ve amenazado por el cambio climático y la sobrepesca. Por lo tanto, la taxonomía, la ciencia de nombrar y caracterizar organismos, cobra una importancia crucial.
Jeffrey Jolly destaca que la taxonomía puede no ser tan llamativa como otras ramas de la ciencia, pero al dar nombre y caracterizar especies, nos recuerda la asombrosa diversidad de vida en los océanos y resalta que aún hay mucho por descubrir en este vasto mundo submarino.
El estudio que describe estas nuevas especies se ha publicado en la revista Marine Biology.
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