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Uno de los problemas que conlleva la contaminación por microplástico es el hecho de que estas partículas de plástico son tan pequeñas y, por lo tanto, difíciles de atrapar o neutralizar cuando se dispersan ampliamente por el agua.
Un estudio publicado por Ocean Wise explica casi el 92% de las muestras adquiridas en el Ártico constituían fibras sintéticas las cuales provienen de las descargas residuales de hogares en Europa y América del Norte.
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Debido a ello científicos del Institut National de Recherche scientifique (INRS en sus siglas en inglés) desarrollaron una nueva técnica para eliminar los residuos de microplástico desde su origen, tan pronto como ingresan a la corriente de aguas residuales.
El proceso utiliza por el profesor Patrick Drogui, autor de estudio, es la oxidación electrolítica para así general radicales hidrolizo dentro de las aguas residuales. Los radicales descompondrían las fibras en moléculas de agua y dióxido de carbono no tóxico.
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Los resultados fueron publicados en la revista Environmental Pollution e indican que en las pruebas de laboratorio utilizaron una variedad de materiales de electrodos reutilizares y lograron degradar hasta el 89% de las partículas de poliestireno suspendidas en aguas residuales simuladas.
El próximo paso es probar esta tecnología en aguas residuales de verdades lavanderías, pese a que advierten que se pueden presentar algunos desafíos, si el experimento tiene éxito el equipo planear ampliar su capacidad para uso comercial.
“El agua real contiene otros materiales que pueden afectar el proceso de degradación, como carbonatos y fosfatos, que pueden atrapar radicales y reducir el rendimiento del proceso de oxidación”, dice Drogui.
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