Gran preocupación causó la aparición de cisnes de cuello negro muertos en el santuario del Río Cruces en Valdivia. Diversas agrupaciones ambientalistas denuncian la existencia de contaminantes, mientras que las autoridades iniciaron una nueva investigación sobre este alarmante fenómeno.
La agrupación ciudadana Acción por los Cisnes realizó una nueva denuncia alertando sobre lo que han detectado durante las últimas semanas en el emblemático santuario de la naturaleza de la ciudad de Valdivia.
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“Evidenciamos un color muy oscuro en el santuario de la naturaleza producto del desprendimiento de la planta conocida como luchecillo”, sostuvo Ximena Rosales, vocera de la organización. Esta planta es el principal alimento de las aves.
La turbiedad del lugar los llevo a sobrevolar la zona y con estos antecedentes decidieron denunciar la situación a la Super Intendencia del Medio Ambiente de la Región de Los Ríos. La agrupación asegura que existiría un nuevo foco de contaminación en esta zona protegida.
“Solicitamos a la Superintendencia el cierre preventivo de las fuentes de contaminación más grandes que hoy día tiene el santuario mientras se investiga y se recaba la información pertinente. Aquí no queremos que suceda lo mismo que paso el 2004″, detalló Rosales.
Crédito: Agencia Uno
El 2004 es un recuerdo difícil de borrar para la protección y preservación de estos ecosistemas, ya que la presencia de metales pesados ocasionó la muerte masiva de miles de estos ejemplares. Debido a los indicios actuales, los expertos ya han iniciado su propia investigación.
“En general hemos observado cambios en el color del luchecillo, en la distribución y la cobertura de esta planta acuática. Esto trae como consecuencia un cambio en la cantidad de sedimento que hay en el río”, afirmó Ignacio Rodríguez, director ejecutivo del Centro de Humedales Río Cruces UACh.
Por ahora, no sería un efecto generalizado, sino más bien indicios detectados en sectores específicos. Conaf también emitió una alerta a fines de octubre y sus análisis iniciales no han demostrado cambios en los cuerpos de ejemplares afectados.
Rodríguez añadió que “por el momento no se descarta ninguna hipótesis, incluyendo que esto sea producto de la acción humana. Estas todas dentro de la batería de hipótesis que estamos tratando de despejar o confirmar”.
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La seremi de medio ambiente de la región, hasta ahora, solo entregó un documento asegurando que recopilarán los antecedentes necesarios para determinar el origen de esta nueva denuncia.
Por otra parte, este viernes una mesa de expertos evaluará la situación que vuelve a recalcar la importancia del cuidado de uno de los símbolos más importantes de los ecosistemas en Chile.
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