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Hallazgos publicados en la revista científica Science Advances mostraron que las operaciones del petróleo de la creciente Cuenca Pérmica de Estados Unidos están liberando el doble de metano que el promedio presupuestado por otros 11 estudios de las regiones productoras de petróleo y crudo en el gigante norteamericano.
El estudio fue realizado por el Fondo de Defensa Ambiental, la Universidad de Harvard, Georgia Tech y el SRON Netherlands Institute for Space Research.
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“Estas son las emisiones más altas jamás registradas de una cuenca de petróleo en Estados Unidos. Hay tanto metano saliendo del crudo pérmico que casi triplica el impacto que tendría quemar el producto durante 20 años”, aseguró Steven Hamburg, coautor del estudio y científico en jefe del Fondo de Defensa Ambiental al portal de divulgación científica Phys.
“Estos hallazgos demuestran la creciente y rápida habilidad que tienen los satélites de registras emisiones como éstas y proveer la información necesaria tanto para las compañías como para los reguladores de saber dónde se necesita reducir las emisiones”, agregó Hamburg.
Basado en 11 meses de información recopilada por satélites aseguran que las operaciones de crudo están perdiendo metano a un rango equivalente a 3,7% veces su producción de petróleo. Imagínese que el gas emanado podría alimentar a cerca 2 millones de hogares en Estados Unidos.
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Rodrigo Seguel, investigador de la línea de investigación de Ciudades Resilientes del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, aseguró en conversación Futuro 360 que esta contaminación residual se produce por el método de extracción de petróleo conocido como fraccionamiento hidráulico.
Este invasivo método aplica una presión a las capas de tierra, extrayendo recursos pero liberando otros; en el caso de la excavación de crudo, Seguel asegura que “generalmente, donde hay petróleo hay gas natural”, lo que explica la emanación observada en los registros satelitales.
Este gas equivale a un cuarto de las emisiones que están causando el calentamiento de la Tierra, “el metano dura 10 años en la atmósfera, lo que le permite repartirse de forma homogénea en todo el planeta y además reacciona con la radiación solar lo que hace que se clasifique como gas de invernadero”, explica el experto.
Reducir el metano que se produce por las operaciones de crudo es la forma más rápida de reducir el ritmo del calentamiento global y una medida necesaria para llegar a la meta de una economía que produzca 0 emisiones contaminantes.
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