Durante años, la fotosíntesis ha sido la encarga de provocar el crecimiento de las plantas mediante la conversión del agua, el dióxido de carbono y la energía de la luz solar en biomasa vegetal.
La luz solar juega un rol importante en su desarrollo para tener estos alimentos en un futuro en la mesa de nuestros hogares.
Sin embargo, ahora investigadores de la Universidad de Delaware y la Universidad Pública en Riverside, Estados Unidos, han logrado que las plantas puedan crecer en completa oscuridad.
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Uno de sus autores, Feng Jiaio, explicó que lograron esto “usando una configuración de electrólisis de CO2 en tándem de dos pasos de última generación desarrollada en nuestro laboratorio, pudimos lograr una alta selectividad hacia el acetato, al que no se puede acceder a través de las rutas de electrólisis de CO2 convencionales”.
Para producir esto, lo lograron mediante la combinación de paneles solares, para generar electricidad y alimentar la electrocatalisis hasta 18 veces más eficiente para los alimentos.
Aquel proceso es un sistema híbrido orgánico-inorgánico que aumenta la eficiencia de la conversión de la luz solar en alimentos.
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Para optimizarlo, se actualizaron estos electrolizadores que utilizaron como materia prima el dióxido de carbono en moléculas y productos útiles.
De esa forma, el acetato producido aumentó mientras que la cantidad de sal disminuyó, dando como resultado un nivel de acetato más alto jamás producido en un electrolizador hasta la fecha.
“Descubrimos que una amplia gama de cultivos podría tomar el acetato que proporcionamos y convertirlo en los principales componentes moleculares que un organismo necesita para crecer y prosperar. Con un poco de mejoramiento e ingeniería en los que estamos trabajando actualmente, podríamos cultivar cultivos con acetato como fuente de energía adicional para aumentar el rendimiento de los cultivos”, agregó Marcus Harland-Dunaway, co-autor del estudio.
El estudio fue publicado en la revista Nature.
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