Los eventos de calor extremo en Chile, especialmente durante los años 2017 y 2019, han tenido consecuencias significativas en la salud de la población, según un estudio liderado por el Centro de Políticas Públicas UC y encabezado por Yasna Palmeiro Silva. Este informe destaca la importancia de abordar de manera efectiva los efectos de las olas de calor, que van desde síntomas leves hasta casos mortales, especialmente en grupos más vulnerables.
Utilizando un método de cálculo introducido por la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, el estudio estima que durante las olas de calor de 2017 y 2019 en Chile se produjeron 584 y 245 muertes en exceso, respectivamente. Se observó que las personas mayores de 65 años fueron más afectadas que las más jóvenes, subrayando la vulnerabilidad de este grupo.
En un contexto de cambio climático antropogénico, el informe resalta la necesidad de políticas de salud que aborden específicamente el calor extremo para prevenir impactos negativos en la salud de la población.
Olas de calor: ¿Consecuencias del cambio climático?
El documento destaca que el cambio climático está generando eventos de temperaturas extremas más frecuentes e intensos, lo que se traduce en un aumento de los eventos de calor extremo. Aunque las temperaturas cálidas son agradables para la mayoría, las olas de calor pueden desencadenar una amplia gama de problemas de salud, desde dolores de cabeza hasta situaciones más graves, incluyendo la muerte.
El estudio también señala eventos meteorológicos extremos registrados en Chile en 2023, como intensas olas de calor en invierno, lo que sugiere una creciente frecuencia y gravedad de estos eventos bajo el calentamiento global.
¿Qué medidas podemos tomar para protegernos?
El informe concluye con tres recomendaciones clave para fortalecer la respuesta pública al calor extremo y proteger la salud de la población. Estas incluyen políticas articuladas a nivel nacional, regional y local; evaluaciones de riesgos a todos estos niveles; y una comunicación efectiva de riesgos con participación social.
La evidencia presentada en este estudio subraya la urgencia de abordar los riesgos asociados al calor extremo y la necesidad de medidas preventivas y de respuesta para proteger la salud de la población chilena en un escenario de cambio climático en constante evolución.
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