La crisis climática es una bomba de tiempo que debe ser tratada con la mayor urgencia. Para ello, científicos y autoridades de todo el mundo, se juntan cada año en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático para entregar un diagnóstico y soluciones posibles ante la situación planetaria. Acá te contamos los principales puntos que tratarán en esta COP 25.
Con un cambio de sede de por medio y la ausencia de varios líderes mundiales, comenzó la COP25 en Madrid. Más allá de los problemas, conviene ir a lo relevante: ¿cuáles serán los puntos claves que se tratarán en la Cumbre del Clima? y ¿qué resultados podemos esperar? Aquí te lo explicamos.
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Las metas de los países para reducir los gases de efecto invernadero
Los informes científicos coinciden en que con las actuales emisiones de carbono no se logrará mantener la temperatura global por debajo del umbral crítico establecido por los expertos, que es de 1,5 grados celsius.
“Para llegar a eso, hay que reducir las emisiones en un 40% en relación a la línea base de 2011 para el año 2030. En este momento no estamos llegando a las metas que la meta indica que se necesitarían para evitar daños profundos e irreparables por los efectos del cambio climático”, asegura Carlos Finat, Director Ejecutivo de Acera.
“Si no tomamos las decisiones, de aquí a cien años estaríamos llegando a los 3 grados celsius. ESo, en todos los escenarios es catastrófico para nuestra sociedad”, explica Rodrigo Seguel, Doctor en Química del Centro del Clima y la Resiliencia.
Las energías renovables serían la alternativa. La geotérmica, la eólica o la solar son fuentes explotables de energías limpias. “Tenemos fuentes de energías renovables prácticamente infinitas que podrían abastecer 80 veces la demanda actual de Chile de energía eléctrica”, dice Carlos Finat.
Los Mercados de Carbono
Cuando un país desarrollado invierte en un proyecto de energías renovables en un país menos desarrollado, surge un problema. Por ejemplo, un país rico que sobrepasa su meta de emisión de CO2, la puede reducir descontando el carbono que deja de producir una nación sobre la cual se invirtió para desarrollar un proyecto de energía limpia. La trampa está en que el CO2 se descuenta dos veces. El tema es complejo, más si hay plata de por medio.
“¿Qué país asume la reducción de emisiones como parte de esa meta, el que las reduce en su territorio o el que las compra? Esa doble contabilidad hay que intentar que no ocurra porque le resta integridad ambiental al acuerdo”, comenta Andrea Rudnick, Directora Ejecutiva del Centro del Clima y la Resiliencia.
Creer o no en los informes científicos
Aunque parezca increíble, uno de los principales temas a tratar en la COP es si creer o no en los informes científicos.
“Lo más claro es mirar la tendencia del CO2 en la atmósfera. En la época preindustrial, la concentración de CO2 era cerca de 220 parte por millón y hoy son 410 partes por millón, es decir, hemos casi duplicado la concentración de C02. La relación entre CO2 y temperatura es muy directa, aumentamos la concentración de CO2 y aumenta la temperatura de la atmósfera. Frente a esa evidencia nadie puede cerrar los ojos, es una cosa muy evidente”, asegura Rodrigo Seguel.
El cambio climático causa efectos desastrosos en los países más vulnerables que no son necesariamente los que más contaminan. La COP 25, entonces, también deberá definir quién paga por el desastre ambiental generado en estos territorios a causa del desarrollo de las economías más poderosas.
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“Quiero creer que va a haber un buen resultado, que finalmente la racionalidad va a primar y que toda la información objetiva, sumamente sólida, que la ciencia ha venido aportando para caracterizar este fenómeno, va a ser entendida por los gobernantes”, termina Carlos Finat.
Los desafíos son enormes, una verdadera prueba para los líderes y científicos globales que están en la mira de todo el mundo.
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