Entre el 7 al 19 de diciembre de 2022 se está llevando a cabo la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU (COP15) en Montreal, Canadá, cuyo objetivo es establecer un ambicioso plan que transforme la relación de la sociedad con la naturaleza.
La idea es convocar a gobiernos de todo el mundo para acordar un nuevo marco mundial para la diversidad biológica. En ese marco, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), presentó su último informe que evalúa el desempeño de las políticas públicas de biodiversidad en América Latina y el Caribe, con 10 casos de estudio de 8 países de esta región.
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📚Conoce estos dos estudios de la #CEPAL sobre experiencias de integración de la #biodiversidad en diversos sectores y sobre prácticas de gobernanza para un cambio transformativo en #ALC que serán presentados en la @CBD_COP15.
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“Los derechos humanos y los derechos colectivos dependen, directa e indirectamente, de la conservación y uso sostenible de la biodiversidad. El asegurar estos derechos es relevante para todos los grupos humanos, pero son de particular importancia para los sistemas de vida de los pueblos indígenas y comunidades locales”, se lee en el reporte de 95 páginas.
Entre los hallazgos, tras analizar a Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México y Perú, se destaca la diseñar e implementar nuevas formas de gobernanza que “faciliten cambios transformativos positivos en el estado de la biodiversidad y de los grupos humanos en condiciones de vulnerabilidad socioecológica”.
Por ejemplo, en el caso de las comunidades concesionarias en el Manejo Forestal Comunitario de la Reserva de la Biósfera Maya, en Guatemala, iniciaron la gestión de la biodiversidad con un ordenamiento territorial de largo plazo (25 años) en 533,131 hectáreas de bosque en las zonas de uso múltiple de la reserva, lo que ha permitido el uso sostenible del ecosistema.
También destaca la pesca artesanal de pequeña escala de la Red de Áreas Marinas de Pesca Responsable y Territorios Marinos de Vida en Costa Rica; la integración de la biodiversidad en sub-sectores productivos a través de la agricultura indígena y campesina de base agroecológica en el proyecto de Integración de la Biodiversidad en la Agricultura Mexicana; la investigación, conservación y uso sostenible participativos de manglares y pastos marinos en el proyecto Manglares en Colombia.
Las experiencias estudiadas también visibilizan las posibilidades de implementar prácticas de gobernanza para los cambios transformativos a favor de la biodiversidad en el sector privado. Por
ejemplo, destacan el Programa Vino, Cambio Climático y Biodiversidad (Chile) que, mediante la investigación participativa entre viñas privadas y la academia, co-genera investigación, conservación y uso sostenible de la biodiversidad que se refleja en innovación de productos, agregación de valor y diferenciación en mercados.
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