Durante la jornada de este martes se dio inicio a la la Conferencia sobre Biodiversidad (COP15), en Montreal, Canadá, para establecer un ambicioso plan que transforme la relación de la sociedad con la naturaleza.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, enunció un discurso en la apertura del evento e hizo un llamado a los líderes políticos a que proporcionen “un apoyo financiero masivo” a las naciones en desarrollo. Guterres sugirió que todos los Gobiernos pongan en marcha planes de acción ambiciosos para eliminar los subsidios y las deducciones fiscales a actividades nocivas con el medio ambiente.
Más de un millón de especies están en peligro de extinción en todo el mundo debido a las acciones humanas.
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“La humanidad se ha convertido en un arma de extinción masiva”, sostuvo y atribuyó esa consecuencia al “apetito sin fondo de un crecimiento económico desenfrenado y desigual”.
No excuses.
No delays.
It’s time to forge a peace pact with nature. #COP15 pic.twitter.com/D8C37gQVOd
— António Guterres (@antonioguterres) December 7, 2022
Este encuentro convoca a gobiernos a nivel mundial para acordar un nuevo marco que incluya “medidas audaces” encaminadas hacia la protección de la biodiversidad y así evitar su deterioro actual para que en 2050 “se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza“.
“Debemos arreglar el mundo que tenemos, debemos valorar esta maravilloso regalo. Es hora de hacer las paces con la naturaleza”, señaló. Para el secretario general de la ONU, las plantas, los mamíferos, las aves, los reptiles, los anfibios, los peces y los invertebrados “están todos en riesgo” y un millón de especies están al borde de esta situación.
Para Guterres, “forjar un pacto de paz con la naturaleza” requiere tres acciones concretas:
- Los gobiernos deben desarrollar planes de acción nacionales audaces en todos los ministerios, desde finanzas, alimentos hasta energía e infraestructura.
- El sector privado debe reconocer que las ganancias y la protección deben ir de la mano.
- Los países desarrollados deben brindar un apoyo financiero masivo a los países del Sur, que son los guardianes de la riqueza natural de nuestro planeta.
“Tratamos a la naturaleza como un inodoro. Y finalmente, nos suicidamos por poder”, reflexionó.
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