Un equipo de científicos ha realizado un asombroso descubrimiento en el Atlántico, revelando la existencia del arrecife profundo más grande conocido hasta la fecha. Este vasto sistema de arrecifes, localizado en el Plateau de Blake en la costa este de América del Norte, ha dejado a los investigadores boquiabiertos por su magnitud, superando todas las expectativas previas.
El biólogo marino Stuart Sandin de la Institución de Oceanografía Scripps expresa su asombro, y parte de los expertos que participaron en el descubrimiento, calificándolo como “impactante, impresionante en escala“. La región en cuestión, que se pensaba escasamente habitada durante años, ha sido meticulosamente mapeada por primera vez gracias a una nueva tecnología, revelando uno de los hábitats de arrecifes de coral profundo más grandes del mundo.
La jefa de operaciones de exploración oceánica de la NOAA, Kasey Cantwell, destacó la importancia de este descubrimiento después de más de una década de mapeo y exploración sistemática. Un esfuerzo monumental que incluyó 23 inmersiones en submarinos y 31 encuestas de mapeo de sonar multihaz permitió identificar aproximadamente 83,908 montículos individuales de coral en aguas frías, entre 200 y 1,000 metros de profundidad.
A diferencia de los corales tropicales, estos corales de aguas frías, como el Lophelia pertusa, no dependen de algas simbióticas con pigmentos y presentan una tez pálida. Su fuente de alimentación proviene de diminutas partículas de materia orgánica filtradas de las corrientes circundantes, creando estructuras ramificadas que sirven como refugio y protección para diversas formas de vida marina.
Derek Sowers y colegas de la Universidad de New Hampshire, en su artículo publicado en Geomatics donde detallan el hallazgo, destacan que estos hábitats basados en corales de aguas frías respaldan comunidades ricas de invertebrados y peces asociados en la región del Plateau de Blake.
El tamaño del arrecife es asombroso, abarcando 6,215 kilómetros cuadrados. Se cree que los arrecifes profundos cubren más del lecho marino que los arrecifes tropicales, y este descubrimiento subraya la importancia de explorar a fondo las aguas profundas de nuestro planeta.
Sin embargo, la magnitud de este hallazgo también plantea preocupaciones sobre la vulnerabilidad de estos ecosistemas. Se encontró una franja continua de 400 kilómetros de coral principalmente muerto en una zona, resaltando la amenaza del cambio climático, la pesca de arrastre y la minería en aguas profundas.
Los investigadores enfatizan la importancia de comprender y gestionar adecuadamente estos ecosistemas para garantizar su preservación, especialmente en un momento en que la minería en aguas profundas se ha convertido en una realidad.
Deja tu comentario