La Tillandsia Landbeckii, conocida popularmente como Clavel del Aire, es una planta adaptada a climas de extrema sequedad. Este desafío ha sido abordado por un grupo de científicos de Chile, Alemania y Bélgica, que han centrado su investigación en el norte grande de Chile. “La orientación que descubrimos responde a que las plantas obtienen agua y nutrientes de la neblina”, explica Belén Hidalgo-Ogalde, estudiante del Magíster en Ciencias mención en Física de la Universidad de Chile y primera autora del paper publicado en Scientific Reports.
“Observamos dos direcciones que coexisten, hileras perpendiculares e hileras oblicuas, siendo este un descubrimiento crítico que no habíamos visto previamente, lo que indica que las plantas están respondiendo a diferentes niveles de estrés hídrico“, agregó la acedémica.
Utilizando modelos matemáticos y observaciones satelitales, los científicos de las universidades de Chile, Libre en Bélgica y el Laboratorio Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf en Alemania, estudiaron los patrones de las estructuras que se repiten en la organización física del Clavel del Aire. Estos patrones permiten a la planta aprovechar el agua en el desierto de Atacama, obtenida de la neblina conocida como camanchaca. “Los patrones en la naturaleza tienen implicaciones prácticas para la agricultura en climas adversos, sugiriendo que los cultivos deben plantarse en la dirección de la neblina para maximizar los recursos”, añade Marcel Clerc, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.
El equipo determinó que cuanto más inclinados son estos patrones, mayor es el estrés para las plantas, indicando una aridez significativa debido al cambio climático. Anteriores estudios han encontrado patrones en las plantas del desierto, como la forma en que las raíces se relacionan para aprovechar el agua. Ahora, gracias a imágenes satelitales, se ha establecido la orientación de esta planta.
Estas imágenes fueron analizadas con simulaciones numéricas y cálculos teóricos para establecer la base del problema, y luego corroboradas con imágenes satelitales de los patrones formados por el Clavel del Aire. El modelo resultante podría ser utilizado en futuras investigaciones en otras regiones áridas como México, Arabia Saudita, Somalia y Nigeria, para entender la autoorganización de las plantas en respuesta a la escasez de recursos y el cambio climático.
Los resultados del estudio fueron presentados en el artículo “Nonreciprocal feedback induces migrating oblique and horizontal banded vegetation patterns in hyperarid landscapes“. Junto a Belén Hidalgo-Ogalde y el profesor Marcel Clerc, participaron David Pinto-Ramos, investigador postdoctoral en Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf en Alemania y Mustapha Tlidi, profesor titular del Departamento de Física de la Université Libre de Bruxelles en Bélgica.
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