El mayor desafío de la industria turística es ofrecer servicios que sean amigables con el medio ambiente, siendo el punto de partida cómo manejar de forma sustentable el recurso hídrico.
Eso es exactamente lo que investigaron estudiantes de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo e Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la Universidad San Sebastián.
El estudio es enfático y no endulza sus datos: la huella hídrica que tienen los 10 alojamientos turísticos rurales y urbanos analizados ubicados en las comunas de Santiago, Providencia, Melipilla y San José de Maipo corresponde a:
- Recintos urbanos: Utilizan en promedio 1,56 m³ por persona al día.
- Zonas rurales: El consumo llega a 2.1 m³ por persona al día.
Alarmante cifra en medio de una escasez hídrica
Los datos captados durante 10 meses revelan que en los recintos hoteleros de la RM, urbanos y rurales, se están consumiendo en promedio más de 1.500 litros de agua al día por cada persona.
Al comparar esa irrisoria cifra con Europa, en Chile hace falta más mano dura en la utilización de recursos hídricos, puesto que en el viejo continente una persona consume en promedio unos 900 litros de agua al día en el sector turístico.
Siguiente paso: poner a pruebas soluciones sustentables
Esta iniciativa contó con la participación de 40 estudiantes y se desarrolló en conjunto con el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) de la Región Metropolitana y Chilesertur A.G.
En conversación Futuro 360, Pablo Ramírez, académico de la Escuela de Ingeniería en Gestión de Expediciones y Ecoturismo de la USS, cuenta que la investigación nació como una respuesta a las inquietudes de Chilesertur: ¿Cómo generar un consumo eficiente del agua en los alojamientos turísticos?
Un alojamiento turístico no es solamente un consumidor, también puede ser un reciclador y productor de agua.
La medición de la huella hídrica fue la metodología utilizada para este estudio, es la primera vez que se ha aplicado en Latinoamérica y la tercera a nivel mundial. En el país se ha empleado en sectores como la minería.
“Hemos sido bastante pioneros y vanguardistas en realizar estas metodologías en diferentes tipos de alojamientos. Existe una adaptación del uso de la huella hídrica al sector turístico, lo que ha sido un tremendo desafío”, dice el académico de la USS.
La investigación constó de tres etapas:
- Análisis internacional sobre el manejo del agua en el sector turismo.
- Adaptación del instrumento de evaluación, que es la Calculadora de Medición de Huella Hídrica, hacia el sector turístico, considerando ocupación, alojamientos, baños, cocina, recintos comunes, piscinas, entre otros.
- Presentación de los resultados y búsqueda de alternativas para continuar la investigación.
“En las visitas técnicas nos dimos cuenta de que al analizar cada una de estas áreas en el alojamiento, casi no había ningún control del agua. Muchos de ellos solo tenían un cartel «cuida el agua, por favor», pero no había un uso eficiente del agua, ni por parte del turista ni por parte de los propios trabajadores”, detalla el académico.
¿Qué podemos hacer?
“Hay un sobreconsumo del recurso agua, el cual no se está midiendo, no se está regulando, controlando y reutilizando, y es una lástima para el sector rural, uno que vive las crisis del cambio climático, y es el que tiene el mayor derroche del recurso hídrico”, manifiesta Ramírez.
Una de las alternativas, según explica el académico, es que estos sitios de hospedaje agreguen sanitarios con doble descarga, reciclar agua para el riego, aireadores en las duchas, entre otros. La idea es aplicarlo y seguir analizando este consumo para verificar en una segunda investigación el impacto que esto tiene y si es posible bajar las altas cifras de consumo.
También destacan la necesidad de incentivar a los turistas a consumir menos agua, quizá mediante desafíos que entreguen algún descuento en la comida o una cerveza gratis en el bar a los huéspedes que tienen un menor impacto hídrico en su estadía.
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