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La pandemia por coronavirus ha acaparado la atención mundial por sus devastadores efectos en la salud, la economía y en la rutinas de las personas. Pero, hay temas a los que debemos prestarle mucha atención porque de ellos puede depender la recuperación post COVID-19.
Uno de esos temas es la alimentación. ¿Cómo garantizarle a la población la disponibilidad de alimentos en el mediano y largo plazo? La producción depende agrícola tiene una actividad poco conocida: la apicultura. Se trata de la polinización a través de las abejas lo que permite que los cultivos prosperen.
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El investigador y asesor en temas apícolas, Enrique Mejías Barrios, director General de Abeille Consultores y miembro de la Comisión Nacional Apícola, conversó con Desafío Tierra para explicar cómo la alimentación y los ecosistemas dependen de las abejas en gran medida.
“Las abejas tienen varios roles importantes, no solamente las abejas melíferas, que son las que producen miel. También están las abejas nativas que son las responsables en gran parte de la polinización de cultivos que tienen interés agronómico y además para la biodiversidad y la preservación de los bosques nativos”, asegura el experto, en el marco del Día Mundial de la Abeja que se celebra este 20 de mayo.
Las abejas ofrecen una gran variedad de productos apícolas que son capas es de generar en sus colmenas, y son productos con buenos atributos para el ser humano. “Se han encontrado propiedades que han servido de paliativos, si bien no sustituyen los fármacos, pero sí en el tratamiento paliativo de muchas enfermedades y, sobre todo, en una alimentación sana que fortalece a las personas que consumen estos productos para estar preparados, por ejemplo, para enfrentar infecciones como la que estamos viviendo hoy en día con el COVID-19”.
En Chile se pueden más 430 especies de abejas nativas que se han descrito en nuestro país. Hay abejas melíferas y abejas nativas cuya función más importante es de polinizadoras. “Son muy diferentes, de hecho la mayoría de las abejas nativas no viven en colmenas, sin embargo cumple un rol fundamental en la preservación de bosques nativos y en la polinización de algunos frutos”.
Abejas detrás de la agricultura
La actividad apícola se vale de las abejas melíferas para mejorar la polinización en cultivos agronómicos, mientras que las abejas nativas cumplen una función ecológica de preservación de bosques nativos. Los apicultores están estrechamente relacionados con la actividad de producción y exportación de frutas y productos agrícolas porque ellos son los que prestan el servicio de polinización.
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El depredador natural más temido de las abejas son las avispas. Recientemente, en Estados Unidos se generó un alerta por el avispón oriental o vespa mandarina, una especie invasora que amenaza a las abejas porque las mata y destruye sus colmenas. “Las avispas son el enemigo más letal de las abejas, sobre todo, porque la mayoría son especies introducidas, es decir, llegan a lugares que no son su hábitat natural y se propagan rápidamente generando desequilibrios ecológicos”
En Chile, la especie conocida como chaqueta amarilla amenaza a las colonias de abejas en nuestro país. La variedad vespa orientalis se detectó recientemente y es un tipo de avispa my agresiva que también pudiera amenazar a las abejas, es algo en lo que el SAG está trabajando actualmente para controlar.
Crisis climática: el peor depredador
Pero, las avispas asesinas no son el único enemigo de las abejas, el cambio climático ocasiona más estragos en las colonias de abejas en todo el mundo que cualquier otro depredador. “Hay estudio que demuestran que el cambio en las precipitaciones altera el período de floración de las plantas de las que se alimentan las abejas, eso hay que tomarlo en cuenta como un depredador y un problema mucho más complejo de manejar”.
El uso de plaguicidas y químicos en la agricultura también afecta los ciclos reproductivos de las abejas. “Aunque se han establecido regulaciones, muchos de estos agroquímicos tienen efectos residuales y que pueden ser dañinos, no tanto para el ser humano, pero sí para las abejas”
La contaminación del agua producto de la actividad humana es otro de los factores que inciden negativamente en las poblaciones de abejas. “Cuando las abejas están expuestas a estos contaminantes, no solo mueren, sino que pueden afectar las colmenas porque quedan afectadas, las inmunodeprimen o cambian de alguna manera la cantidad de nutrientes que entran a las colmenas y esto hace que se agudicen las enfermedades que a ellas las afectan”.
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En Chile existe la Comisión Nacional Apícola que coordina el Ministerio de Agricultura, a través de la Oficina de Políticas Agrarias, en esta instancia participan representantes del gobierno, de la academia y de los distintos gremios de agricultores, así como el SAG y otros actores relacionados a la actividad.
“La actividad apícola involucra muchas actividades que están co-relacionadas. Cuando se trata de la venta de alimentos y la comercialización de m del y productos apícolas ahí entra el Ministerio de Salud en la fiscalización, certificación y autenticidad de los productos”, comenta el director General de Abeille Consultores.
La pandemia y la apicultura
En medio de la pandemia, la apicultura no está dentro de las actividades prioritarias, sin embargo, Mejías alerta que si la emergencia se prolonga podría afectar el sector y, por ende, poner en riesgo la seguridad alimentaria de los chilenos. “Nosotros lo que pensamos es que tiene que existir una instancia en la que se reformule la importancia de la apicultura porque, evidentemente, en una situación como la que estamos de pandemia puede haber una crisis que tenga que ver con la disponibilidad de alimentos y ahí la apicultura es fundamental para poder mantener la polinización y disponibilidad de frutas y vegetales indispensables para la población”.
Otra de las bondades de las abejas es que nos proveen de alimentos que, no solo fortalecen nuestro sistema inmune, sino que pueden ayudar en el tratamiento de enfermedades respirtaorias. “En estos momentos también es interesante mirar la apicultura como una herramienta para obtener productos, que si bien no van a curar la pandemia del coronavirus, pero pueden ser importantes para el tratamiento de algunos síntomas en pacientes que no requieran hospitalización. Se sabe desde siempre, que la miel tiene buenos atributos y acá en Chile se produce mieles con muy buenas propiedades biológicas, es una buena oportunidad para promover el consumo de este tipo alimentos”.
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La actividad apícola nos se ha detenido, señala Mejías. “Los apicultores siguen trabajando, tal vez en este momento la contingencia se lleva la mayor parte de las informaciones, pero es importante destacar la importancia de las abejas, porque acá en Chile la base de la agricultura es la apicultura y muchas veces no es valorada como corresponde”
Destacó que es importante mirar los sectores que serán un ficha importante en tablero post COVID-19 y considera que la apicultura y los apicultores pueden jugar un rol fundamental en la recuperación económica una vez superada la pandemia.
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