En las últimas semanas, Google, Bill Gates y Microsoft han presentado o manifestado sus intenciones de desarrollar un motor de búsqueda de inteligencia artificial, los conocidos ChatGPT.
Esto marca el inicio de una era en que la IA se encuentra omnipresente en nuestra sociedad, sin embargo, expertos han manifestado su preocupación por esta tecnología, más allá de las cuestiones éticas, sino más bien por su impacto ambiental.
El experto en seguridad cibernética de la Universidad de Surrey, Alan Woodward, detalló a Wired que ya existen enormes recursos involucrados en la indexación y búsqueda de contenido en internet, pero incorporar IA a esta mezcla, le agrega una diferente “potencia de fuego”.
Requiere poder de procesamiento, así como almacenamiento y búsqueda eficiente. Cada vez que vemos un cambio radical en el procesamiento en línea, vemos aumentos significativos en los recursos de energía y enfriamiento que requieren los grandes centros de procesamiento”, detalló Woodward.
Incluso, un estudio independiente reveló que entrenar el modelo GPT-3 de OpenIa (en el que se ejecuta el ChatGPT) puede involucrar 1.287 megavatios por hora, lo que equivale a 550 viajes ida y vuelta entre Nueva York y San Francisco realizados solo por una persona.
“Los centros de datos actuales y la infraestructura que tenemos no podrán hacer frente a la carrera de la IA generativa. Es demasiado”, agregó Martin Bouchard, cofundador de la empresa de centros de datos sostenibles QScale.
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