El manejo fitosanitario y nutricional convencional que se utiliza en la agricultura a nivel mundial, están siendo fuertemente cuestionados por la utilización prolongada e intensiva de agroquímicos.
Por ello, como un importante paso ha dado el desarrollo científico y tecnológico del país, con la inauguración del primer Centro Nacional de Bioinsumos (CeNBI), entidad que estará a cargo del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) para coordinar el desarrollo de bioproductos como bioestimulante y biocontroladores para plagas y enfermedades en el sector agropecuario nacional.
En Chile la situación es aún más compleja, debido a que el consumo de agroquímicos es el doble que el promedio de las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), situándose como uno de los países que más consume estos productos en su agricultura.
Para la directora nacional de INIA, Iris Lobos, “el uso de agroquímicos afecta la salud de los consumidores, de los trabajadores agrícolas (…). Por ello el ministerio nos encargó la creación de este centro que concentrará todo el desarrollo científico y productivo de INIA en bioinsumos, y así concretar una oferta de productos ecológicos (…)”.
“Este centro va a marcar un cambio de paradigma en el uso de los agroquímicos en el territorio. Necesitamos ser imperiosamente amigables con el medio ambiente y para cumplir con ello es necesario incluir más ciencia y tecnología a nuestra agricultura (…)”, agregó Fabiola González, subdirectora nacional del SAG.
¿De qué se trata el CeNBi?
El Centro Nacional de Bioinsumos cuenta con investigadores/as, infraestructura y equipamiento para el pilotaje a escala industrial y la masificación comercial de bioinsumos, basados en microorganismos nativos de todo Chile que han sido colectado por INIA y se conservan en el Banco de Recursos Microbianos de la institución, único en América Latina y reconocido por entidades internacionales.
Actualmente produce dos tecnologías desarrolladas en INIA:
- La innovadora línea de probióticos endófitos bajo la marca Endomix®
- Los Hongos Entomopatógenos HEP-BioINIA, que fueron desarrollado hace más de 20 años, pero que han sido renovados para cumplir con los requisitos de los consumidores actuales.
Con la creación del centro se espera reducir el tiempo de traspaso de las tecnologías INIA hacia el mundo productivo local e internacional, que ha enfrentado una fuerte alza en los precios de los fertilizantes.
En cuanto a la demanda de productos biológicos en Chile, como biofungicidas y bioinsecticidas, se estimó que en 2021 generó unos US$ 4,56 y US$ 4,92 millones anuales, respectivamente, y se espera que aumenten a US$ 11,25 y US$ 12,14 millones para 2025, según proyecciones de la consultora New Genesis.
La investigadora y encargada del Centro Nacional de Bioinsumos, Lorena Barra, destacó que el centro “tiene el objetivo de desarrollar tecnologías con foco en el mercado. Sin embargo, no necesariamente va a escalar todo lo que desarrolle, porque algunas tecnologías se licenciará a empresas y cooperativas para su producción masiva”.
Considerando lo anterior, se espera que CeNBi produzca 15 mil dosis de bioinsumos, bajo un sistema de fermentación sólida en base a hongos.
La actividad de inauguración se realizó en las dependencias del Centro Regional INIA Quilamapu (Región de Ñuble), y contó con la presencia de la directora nacional de INIA, Iris Lobos; subdirectora nacional de SAG, Fabiola González; seremi de Ciencias zona Centro Sur, Sofía Valenzuela; autoridades regionales, representantes de los servicios del agro y productores de la zona. Los asistentes conocieron las características y productos biológicos de INIA, las instalaciones del centro y del Banco de Recursos Genéticos Microbianos, lugar donde se conserva el patrimonio microbiano del país con reconocimiento internacional, y que se encuentra celebrando sus 10 años de existencia.
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