Un estudio reciente reveló que los niveles de dióxido de carbono podrían hacer a las cosechas menos nutritivas y dañar la salud de cientos de millones de personas. Esto afectaría más fuertemente a las personas que viven las regiones más pobres del mundo.
Investigaciones previas han demostrado que muchas plantaciones comestibles pierden nutrientes cuando crecen bajo los niveles de CO2 que se proyectan para el 2050, reduciendo en un estimado de 3 a 17% su cantidad de proteínas, hierro y zinc.
Ahora, los expertos afirman que dichos cambios implicarían que hacia mitad de siglo cerca de 175 millones de personas carecerán de los niveles mínimos de zinc, mientras que a 122 millones de personas les faltarán proteínas.
Además, cerca de 1,4 mil millones de mujeres en edad fértil e infantes menores de 5 años vivirán en las regiones de más alto riesgo en tanto a la deficiencia de hierro.
Entre otros problemas, la deficiencia de zinc está vinculada a la pobre sanación de heridas, infecciones y diarrea; la falta de proteínas está asociada con un pobre crecimiento del cuerpo; mientras que la carencia de hierro está asociada con complicaciones durante el embarazo y los partos.
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“Esta es otra demostración de cómo los altos niveles de CO2 podrían afectar a la salud mundial” aseguró Matthew Smith, coautor del estudio del Harvard TH Chan School de Salud Pública a The Guardian. “Mantener nuestra vigilancia del aumento y reducción de las emisiones de carbono se podría volver aún más relevante debido a ésta investigación”, agregó.
Smith y su compañero Samuel Myers, también de Harvard, describen en el paper publicado en Nature Climate Change cómo obtuvieron la información necesaria para realizar el análisis. Entre las fuentes de información se encuentran datos de la FAO. En total, la pareja investigó más de 225 diferentes tipos de alimento.
El equipo también tomó en cuenta las diferencias regionales de los cantidad de nutrientes de las cosechas y cómo la dieta varía con la edad y el sexo al interior de los países, usando datos recolectados por otros investigadores en encuestas realizadas en todo el mundo.
El equipo luego proyectó cuánto cambiaría el consumo de nutrientes, asumiendo que los niveles de CO2 sólo sigan aumentando.
Los resultados, que cubren alrededor de 151 países, revelan que los países del norte de África, Sudeste Asiático y del Medio Oriente serán los más afectados. Además, se estima que para el 2050 cerca de 50 millones de personas contarán con bajos o nulos niveles de zinc y 38 millones carecerán de proteínas en India.
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En contraste, se espera que en países como Estados Unidos, Francia, Australia y partes de Sudamérica ni siquiera se sienta el impacto.
El equipo estimó que que alrededor de 662 millones de personas cuentan actualmente con bajos niveles de proteínas, y 1,5 mil millones se encuentran carentes de zinc; las deficiencias podrían empeorar con el aumento de los niveles de CO2.
Sin embargo, el estudio tiene sus limitaciones. Entre éstas se encuentran la asumpción de que las dietas se mantendrán constantes a lo largo de los años, mientras no tomó en cuenta que el aumento de los niveles de CO2 podría potenciar el crecimiento de las plantas.
Los autores afirman que si los consumidores trataran de obtener la misma cantidad de nutrientes actuales comiendo éstos alimentos huecos, podrían desarrollar condiciones como la obesidad. Esto, mientras que los efectos del cambio climático como el estrés creado por la falta de agua y las altas temperaturas podrán dañar y bajar la productividad del sector agricultor.
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