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(CNN) – A medida que la sequía extrema se apodera de California, haciendo que el agua sea cada vez más escasa, ladrones se están llevando miles de millones de litros del preciado recurso, que extraen de los hidrantes contra incendios, los ríos e incluso las pequeñas casas familiares y granjas.
Las autoridades afirman que el robo de agua es un problema que viene de tiempo atrás, pero la intensificación de la sequía ha hecho que los robos alcancen niveles récord a medida que los embalses se secan y los ladrones se apropian del agua robada, a menudo para cultivar cosechas ilegales de marihuana.
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“El robo de agua nunca había sido tan grave“, sostuvo John Nores, jefe del equipo de aplicación de la ley sobre la marihuana. La agencia lleva años luchando contra estos robos, normalmente en zonas rurales del reseco estado, que han sido “devastadores” para las comunidades, dijo.
Se estima que se han robado más de 45 mil millones de litros de agua en todo el estado desde 2013, afectando a las operaciones agrícolas legales, a las fuentes de agua potable, a las tribus nativas americanas y a las pequeñas comunidades del lugar, detalló Nores.
¿Cómo los ladrones están consiguiendo el agua?
Las autoridades afirman que los ladrones se apoderan del recurso irrumpiendo en las estaciones de agua seguras, perforando las tuberías, interviniendo las tomas de agua de los bomberos o utilizando amenazas contra los agricultores para llevarse camiones cargados para sus cultivos durante la noche.
El problema es tan grave que algunas comunidades han puesto candados en las bocas de riego o eliminarlas por completo. “La cantidad de agua robada para regar esas plantas (de marihuana) tiene un enorme impacto en los acuíferos locales“, declaró a CNN el sheriff del condado de Siskiyou, Jeremiah LaRue.
Yvonne West, directora de la Oficina de Cumplimiento de la Junta Estatal de Control de los Recursos Hídricos, señaló a CNN que la junta ha recibido recientemente un “aumento de las denuncias” de agua robada. Se trata de un “problema local” en las comunidades más pequeñas, dijo West.
En el sur de California, unos 300 residentes del Valle del Antílope vieron cómo su sistema de agua colapsaba el año pasado después de que los ladrones utilizaran camiones cisterna para intervenir ilegalmente las bocas de incendio y las tuberías principales.
El condado ha sufrido hasta 18 roturas de tuberías de agua, lo que ha obligado al departamento de obras hidráulicas a gastar cerca de medio millón de dólares para responder a los incidentes. “Es un problema creciente“, recalcó Saraiya a CNN.
Más calor, más robos
A medida que California entra en su periodo más caluroso y seco del año, lo que obliga a los ayuntamientos a restringir cada vez más el uso de este vital recurso, los robos amenazan con agravar aún más una situación adversa.
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Las autoridades afirman que están haciendo todo lo posible para combatir el problema retirando las tomas de los hidrantes, asegurando las fuentes de agua clave e implementando una mayor aplicación de la ley para impedir que los posibles ladrones se lleven el agua.
Mientras las autoridades toman medidas para frenar a los ladrones, la sequía, que ahora cubre todos los rincones del estado, amenaza con crear impactos a largo plazo a medida que el cambio climático exacerba las condiciones de calor y sequedad, creando un círculo vicioso que se vuelve más difícil de romper.
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