¡Atención! Si eres aracnofóbico esta nota no bes para tí, al contrario, es para aquellos que aman a estos artrópodos y se maravillan con sus curiosidades.
En este ámbito, algo increíble que tienen las arañas son sus impresionantes telarañas que pueden crear. Delicada al tacto humano, pero letales para los insectos, esta seda es fuerte y pegajosa.
Pero, ¿cómo las arañas no se enredan en su propia telaraña?
A primera vista, podría parecer un terreno traicionero para vivir, pero las arañas han evolucionado de manera excepcional para navegar con maestría por sus propias trampas de seda, así como las de otras especies.
Cuando pensamos en arañas atrapadas en sus propias redes, probablemente imaginamos a las tejedoras de orbes, esas arañas que construyen esas icónicas redes en forma de rueda que cuelgan entre plantas, árboles y prácticamente cualquier cosa. Estas arañas, de la familia Araneidae, utilizan una combinación de tipos de seda para cumplir diferentes funciones.
La seda de araña proviene de glándulas, y dependiendo de su función, puede provenir de una de las siete glándulas que existen. Si bien ninguna especie de araña tiene las siete glándulas, muchas tienen varias; por ejemplo, las tejedoras de orbes poseen cinco.
La seda se expulsa de las glándulas con la ayuda de estructuras en forma de boquilla llamadas espigas al final de las hileras, según detalla IFL Science.
La seda líquida fluye debido a la gravedad o es arrastrada por una de las patas traseras, luego se solidifica y se transforma en una estructura que puede ser resistente, elástica o incluso actuar como amortiguador.
Una parte de la seda funciona como cemento, fortaleciendo la red, mientras que otra actúa como una capa pegajosa para atrapar presas. Sin embargo, no toda la seda es pegajosa, y las arañas evitan quedar atrapadas en su propia creación gracias a garras especializadas en sus patas y una ubicación estratégica.
Las arañas utilizan un juego de patas elegante, cubiertas con pelos ramificados y un recubrimiento químico antiadherente, para mantenerse fuera de problemas en las partes pegajosas de sus redes.
Algunas arañas, como la “araña gota de rocío,” son tan hábiles en mantenerse alejadas de las partes peligrosas de las redes que incluso parasitan las redes de otras arañas tejedoras de orbes. Una relación unidireccional que, sorprendentemente, coloca en riesgo al tejedor de orbes gigante cuando muda y queda temporalmente indefenso.
Así que la próxima vez que observes una telaraña goteando de rocío en una mañana fresca, recuerda la increíble ingeniería natural detrás de esta maravilla, donde las arañas desafían las leyes de la gravedad y de la pegajosidad para sobrevivir y prosperar en el mundo de las trampas de seda. ¡La naturaleza siempre tiene sorpresas asombrosas!
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