Tras una postergación de una semana, finalmente el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó el reglamento de la Ley N°21.202 respecto a la protección y conservación de humedales urbanos en Chile. Con este documento se establecen los criterios mínimos para la sustentabilidad de estos ecosistemas.
En la elaboración de este documento el ministerio del Medio Ambiente contó con el apoyo de ONU Medio Ambiente, con el proyecto GEF Humedales Costeros, además de un equipo de especialistas en conservación y gestión de humedales del Centro de Humedales del río Cruces de la Universidad Austral de Chile (Cehum), el Centro de Derechos y Gestión del Agua de la Pontificie Universidad Católica de Chile y Geoadaptive, una consultora experta en planificación urbana.
De esta manera se propusieron 14 criterios, los cuales fueron trabajados de manera inédita en 13 talleres remotos con la participación de 400 personas quienes pudieron identificar las principales amenazas a los humedales. Entre las principales problemáticas que se mencionaron fueron las modificaciones del sistema natural por drenado y relleno, la presencia de basura y escombros, y el cambio de precipitación y régimen hidrológico producto del cambio climático, entre otras.
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En concreto, y tras su aprobación, este reglamento entregará lineamientos técnicos que permitirán la sustentabilidad de los humedales. Con ello se busca resguardar sus características ecológicas e hidrológicas y promover así su uso racional.
También se busca acompañar a los municipios respecto a la gobernanza de ellos, guiándolos en la elaboración de sus ordenanzas generales para su protección.
Parte importante de esta ley es la definición que se hará de los humedales que serán sujetos a esta protección. Con este reglamento, se comprometen en la elaboración de guías técnicas de apoyo para la implementación efectiva de los criterios, la delimitación y la caracterización de humedales urbanos, además de definir el procedimiento para el reconocimiento de estos, que podrá ser hecho por el ministerio y por los municipios.
“Con este reglamento, buscamos asegurar la protección de los humedales urbanos, otorgando a los municipios herramientas para proteger y conservar estos ecosistemas, a través de lineamientos para establecer ordenanzas de protección de humedales, además de ser considerados en la planificación territorial a toda escala como área de protección de valor natural”, señaló la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, tras la aprobación.
Por su parte, el Director Ejecutivo del Centro de Humedales del río Cruces de la Universidad Austral de Chile (Cehum), Ignacio Rodríguez, manifestó a Desafío Tierra que están muy entusiastas y optimistas. “Aunque no hemos conocido aún la versión, pero estuvimos bien involucrados en el proceso y confiamos harto en el equipo del Ministerio del Medio Ambiente. Entonces estamos bien entusiasmados con la aprobación, porque además fue en el tiempo exacto que se propuso, que era un tiempo récord de seis meses, no es común en Chile”, expresa Rodríguez.
A ello agrega que con el trabajo colaborativo que se hizo entre el gobierno, academia, empresas, organizaciones y comunidades, se puede marcar un precedente en torno a la elaboración de futuros proyectos medioambientales. “A veces creemos que por elegir sólo a la academia, sólo a organizaciones medioambientales o sólo a las empresas vamos a poder funcionar bien, pero no, yo diría que debería marcar un precedente y ojalá no sólo para las leyes y reglamentos medio ambientales, sino que también transversalmente en otros temas”, sostiene el director del Cehum.
Los desafíos post reglamento
Para que la Ley tuviera una efectividad real, era necesario aprobar este reglamento con los criterios mínimos de sustentabilidad. Ahora este deberá ser revisado por la Contraloría, que podría identificar algunos detalles, pero Ignacio Rodríguez confía en que avanzará bien, porque fue revisada por expertos jurídicos.
Pero una vez se tome razón y sea publicada en el Diario Oficial, vienen los desafíos propios de su implementación. El director de Cehum comenta que esta ley no viene con dinero asociado, por lo tanto el primer punto es apelar a la creatividad y voluntad de los actores involucrados para aplicar estos criterios. A ello también se le suma es mantener la fluidez respecto a la forma en cómo se propondrán los humedales urbanos para su conservación. “Ahí tenemos que seguir en este mismo espíritu, yo creo, de contribución colectiva, para que esto se haga de manera fluida, eficaz y que sea útil, porque hay muchos reglamentos que son inútiles y esto tiene que ser útil”, sostiene Rodríguez.
El apoyo a los municipios
Parte de los lineamientos planteados en el reglamento tienen relación al acompañamiento y guías que se les dará a los muncipios para que estos puedan proponer la protección de un humedal, pero también cuando se tenga que evaluar la implementación de algún proyecto en estos lugares.
En ese aspecto, el especialista en humedales señala que ellos seguirán trabajando en apoyar a los gobiernos locales, colaborando en la capacitación que se tiene que dar.
Respecto a la implementación de recursos, como organización propusieron una aproximación piramidal desde una base muy básica y barata. “Dependiendo de los recurso y expertise de cada municipio, podría empezar a trabajar. Todos podrían, con muy poco o casi nada de recursos poder aplicar los criterios de sustentabilidad”, afirma Rodríguez.
En ese sentido el especialista también agrega que también será necesario y se requerirá de profesionales capacitados para hacer una gobernanza efectiva de estos lugares.
Otro punto fundamental, según explica el experto, es que la sociedad civil se involucre. Por ejemplo sólo observando o paseando en los humedales e informando cuando se vea alguna anomalía y cumplir la función de monitoreo.
Para ello afirma que se podrían implementar plataformas gratuita por parte de los municipios para que las personas puedan agregar esta información.
“Que cada uno de nosotros se involucre en cada una de las partes que sea posible involucrarse y no sólo esperar que un ente, ya sea una ONG o la academia, realice todo. No, cada uno tiene su parta acá y si nos importa, hay que involucrase dentro de eso”, finaliza Rodríguez.
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