Activistas climáticos desafían el silencio impuesto en las calles de Dubai durante la COP28 de la ONU, donde demandan el cese inmediato de los combustibles fósiles, principales impulsores del cambio climático.
Aunque las manifestaciones han sido autorizadas dentro del recinto, las restricciones a la libertad de expresión en los Emiratos Árabes Unidos han mantenido el eco de las protestas en un susurro.
Lorraine Chiponda, activista zimbabuense, criticó las propuestas de “eliminación gradual” de los combustibles fósiles como distracciones que perpetúan su uso. La COP28 refleja divisiones entre los países sobre el papel futuro de estos combustibles, a pesar del acuerdo alcanzado en la COP26 para reducir gradualmente el uso del carbón, el más contaminante.
La elección de los Emiratos Árabes Unidos como sede y la designación de Sultan Al Jaber, CEO de ADNOC, como presidente, han suscitado críticas, con activistas expresando su temor de que la industria de combustibles fósiles influya en las negociaciones.
Según reporta Reuters, Thomas Joseph, activista indígena de California, y Jainno Congon, activista filipino, pone la alerta sobre la peligrosa distracción de las tecnologías de captura de carbono.
La COP28 se desarrolla en un escenario donde las voces climáticas luchan por ser escuchadas, cuestionando la influencia de la industria en las decisiones cruciales sobre el futuro de los combustibles fósiles.
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