¿Te has detenido a pensar cuánta basura generas al día?
Tal vez sí, pero es probable que creas que es insignificante ante las cifras de toneladas de basura que se generan a diario en el mundo.
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O, peor aún, es posible que pienses que tus desechos no llegan al océano, ni tu bolsa plástica de un solo uso termina en la garganta de una foca en el Ártico.
Seamos honesto, el camino a la vida moderna está lleno de acciones, productos, esquemas de producción, consumo y hábitos que poco a poco van apagando el planeta.
Pero, ¿en qué planeta vamos a vivir esa vida moderna y cómoda si no lo cuidamos?
Cuidar el medioambiente no tiene que ir reñido con la comodidad ni el crecimiento, al contrario, el desafío es conseguir ese equilibro.
Y, eso ya no es cosa solo de científicos o líderes mundiales en grandes conferencias mundiales o hemisféricas.
Como dijo la joven activista sueca Greta Thunberg en la COP25 de Madrid: “hay esperanza, la he visto, pero no viene de los Gobiernos o las corporaciones, viene de la gente”.
Podemos disfrutar la magia de la vida moderna sin ocasionar un daño mayor al medioambiente.
Si crees que tus desperdicios son insignificantes, piensa que los residuos residenciales en todo el mundo van de 0.5 a más de 1.5 kilogramos por persona por día. Lo que puede suponer casi media tonelada por persona al año.
A continuación, ocho acciones que te ayudarán a generar menos basura y, además, podrás ahorrar:
1. Envases y vajilla
Nadie quiere lavar platos después de una reunión familiar o con amigos; suelen llegar muchas personas, a veces la vajilla no alcanza y, la tentación es grande, comprar vajilla plástica luce como una solución “perfecta”, eso lo sabemos.
Pero, el plástico de un solo uso está ahogando nuestro planeta y debemos reducir su uso.
No te preocupes, tenemos dos soluciones, la clásica: usa la vajilla, incluso puedes hacer tus fiestas o reuniones con motivos ecológicos.
Que tus invitados sepan que se divertirán sin que el costo sea contribuir al calentamiento global, con esto podrán entre todos ayudar a lavar la vajilla, llevar su propio “tupper” por si algo de comida se llevarán luego.
Usar un solo vaso o taza durante la fiesta o reunión, puede ser también divertido, puedes identificarlos con diseños y tarjetas (hechas con material reciclado, desde luego).
La otra opción, no será muy económica, pero será más amigable con el medioambiente; si definitivamente no quieres llenar tu lavaplatos ni tener que lavar una montaña de vajilla al finalizar la fiesta, opta por vasos, cubiertos, platos y servilletas ecológicas.
Fíjate en la información del producto antes de comprarlo. Asegúrate de que esté hecho con material reciclado y sea a su vez reciclable. Pero, si aún quieres usar vajilla de plástico, sepárala del resto de los residuos y llévala a un punto ecológico.
2. Envoltorios
Los regalos son inevitables, son casi obligatorios en la mayoría de celebraciones, así que puedes hacer un diseño creativo para envolver tu regalo con papel reciclado o utilizar viejos periódicos, revistas y con cintas también reciclada.
Seguro tendrás en alguna parte de tu casa esos materiales que te pueden servir.
El reto es hacerlo sin comprar nada nuevo, especialmente, sin gastar más dinero en papel de regalo y cintas que terminarán en desechos sólidos que luego se convertirán en los temidos gases de efecto invernadero.
Recuerda, además, que el regalo más valioso es aquel hecho con tus propias manos y, lo mejor, será original y único.
Puedes usar papel de embalaje, hoja de revistas, mecate o hilos gruesos. Un dato adicional es que trates de guardar y clasificar esos materiales que luego te servirán para hacer los regalos más creativos y significativos.
3. Tarjetas
Las tarjetas de felicitaciones son un clásico en cualquier ocasión especial.
Lo fácil: ir a la tienda y comprar una costosa y linda tarjeta.
Lo inteligente: reutilizar materiales como cartón, cartulina, papel y cintas para crear una tarjeta única, que además llevará tu sello. Esto es si quiere mantener la tradición de regalar una tarjeta física.
Pero, hay algo más versátil que puedes hacer. ¡Sí! Una tarjeta digital.
Existen desde hace mucho tiempo, hay sitios donde las puedes hacer gratis y tienen posibilidades infinitas, desde incluir fotos y videos hasta ponerle diseños personalizados, música y lo que tu imaginación te permita.
4. Servilletas
Casi sin darnos cuenta, tenemos servilletas de papel todo el tiempo en casa.
Seguro compramos uno o dos paquetes extra para recibir a los invitados en alguna reunión o celebración en casa.
Pero hay una opción más ecológica, económica y estética: las servilletas de tela.
Puedes intervenir unas servilletas de tela unicolor, añadirle algún detalle a tu gusto o temático según la ocasión y, ¡listo!
Complementará la decoración de tu mesa y habrás puesto otro granito de arena para no contaminar -más- el planeta.
5. Comidas
Seguro te ha pasado, haces un gran banquete y, al final, debes tirar un montón de comida.
No solo es injusto por las millones de personas que no tienen comida en su mesa, sino que se generan, de nuevo, más y más desechos innecesariamente. Sin contar con la fuga en tu presupuesto.
Con una sencilla planificación podrás ahorrar dinero y generar menos desperdicios.
Cuenta la cantidad de personas con las que compartirás en cada comida y cocina o compra la comida para las porciones necesarias.
Aunque es un placer culposo llenar la mesa de un sinfín de platillos, es más saludable, ahorrativo y ecológico, ofrecer y consumir las porciones adecuadas.
6. Baterías
Muchos de los artefactos y herramientas que usamos a diario requieren baterías.
Lo primero es preguntarnos si necesitamos todos esos artefactos, pero si no tienes otra opción que usarlos, piensa que una recomendación ecológica y económica, es optar por baterías recargables.
Las pilas alcalinas desechables generan miles de toneladas de desechos anualmente y son altamente contaminantes.
Por ejemplo, en un país como Chile, cada año se general de 23.000 a 32.000 toneladas de baterías desechables.
Una fortuna considerando que no son nada baratas y que su vida útil es corta. así que la opción más eficiente son las baterías recargables que pueden durar de 1,000 a 1,500 ciclos de carga.
7. Compostaje
Las personas podrían llegar a disminuir hasta un 90% de la basura que se genera en la casa con estrategias muy sencillas.
El compostaje es una de ellas. Es un proceso que usa desechos orgánicos para producir abono.
Tomando en cuenta que en promedio el 50% de los residuos domésticos son orgánicos, esta práctica es una buena opción para reducir los gases de efecto invernadero que se generan al procesar este tipo de residuos.
Es cierto que no todas las personas tienen la posibilidad de destinar tiempo y espacio para hacer el compostaje en el hogar, además del conocimiento que esto requiere.
La buena noticia es que algunas organizaciones se han dedicado a ayudar a las familias comprometidas con el cuidado del medioambiente a procesar sus desechos orgánicos y convertirlos en abono.
Por ejemplo, en Chile El Club de Compostaje y Lombricultura NAMUNTU se dedican a esta actividad.
8. Las tres R
Reduce, reutiliza y recicla. Así, ahorrarás dinero y le darás más años de vida a nuestro planeta.
Al final del día, toma como hábito separar los desechos, clasifícalos y prográmate para llevarlo a un punto limpio o centro de reciclaje.
Hay buenas razones para querer evitar generar más desechos, y no es solo porque las fauna marina que se ve tan afectada.
Según el Banco Mundial cerca del 5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero -los que aumentan la temperatura planetaria y ocasionan el calentamiento global-, provienen de la gestión de desechos sólidos.
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