La ranita del Loa o telmatobius dankoi (nombre científico), es una especie micro endémica de un sector en Calama, está en peligro de extinción. El hallazgo de siete nuevos ejemplares en su hábitat natural animó al equipo de científicos de la Universidad de Chile que desde mediados de 2019 emprendieron un arduo trabajo de conservación de la especie.
Lo que se creía eran las últimas 14 ranitas del Loa existentes fueron rescatadas el año pasado y puestas en cautiverio para garantizar su reproducción y luego reinsertarlas en su hábitat natural. Los ejemplares fueron enviados al Zoológico Metropolitano, como parte de un plan que incluso fue reconocido por el actor y ambientalista Leonardo Di Caprio.
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Otras 48 ranitas recuperadas en el plan de rescate, fueron reubicadas en Ojos de Opache, un lugar parecido al hábitat original de estos anfibio, con la esperanza de que se adaptaran y reprodujeran. El sector llamado Las Vertientes, cerca del río Loa, fue el hogar de las ranitas pero ya no existe. Por eso se emprendió este plan de conservación desarrollado con el apoyo del Ministerio del Medio Ambiente y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG).
En la última visita al sector Las Vertientes, hábitat natural de esta ranita, se detectó un nuevo individuo no registrado con chip y renacuajos, lo que confirma que se estaría reproduciendo. Foto: U. de Chile.
La sobreexplotación hídrica es la principal amenaza para la ranita del Loa. El estado crítico de esta especie y los pocos ejemplares que quedan, llevaron a los científicos a tomar medidas urgentes de conservación que incluye el seguimiento en terreno para monitorear la evolución de los ejemplares reubicados y la observación de los que están en cautiverio.
Encontrar siete nuevos ejemplares en Las Vertientes, el lugar donde fueron rescatados los anteriores, fue una noticia que emocionó a los científico, quiere decir que sobrevivieon o se están reproduciendo en su hábitat natural. Pero, por otro lado, los investigadores quedaron preocupados porque no han podido localizar a los 48 ejemplares que fueron reubicados en Ojos de Opache, lugar al que acudieron para hacer el seguimiento en terreno.
Renacuajos de la ranita del Loa fueron vistos en su hábitat natural. Foto: U. de Chile.
Los investigadores informaron que el área Ojos de Opache fue intervenida recientemente. “Aquí uno constata el dilema que existe sobre si las aguas son públicas o privadas. En este sector además hay varias mineras que a medida que extraen agua van secando las napas. Hay bastantes vacíos legislativos en temas ambientales. Estamos hablando de una especie micro endémica, que está al borde de la extinción. Esto ocurrió en junio, han pasado bastantes meses, y todavía no hemos podido tomar acciones más concretas, porque todo el hábitat de la rana del Loa está en predios privados. Uno puede pensar en muchas soluciones al problema, pero al final todo pasa por la voluntad y disposición de los dueños del agua y de los terrenos. Eso revela que las herramientas que tiene el Estado para proteger y conservar los ambientes son algo débiles”, comenta Gabriel Lobos, investigador de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Casa de Bello.
Pese a esta intervención, los científicos tienen esperanzas de que las ranitas solo se hayan desplazado. “La perturbación puede haberlas dispersado y por eso no las encontramos. El lugar es complejo porque es bien denso en cuanto a vegetación. Nuestros puntos de muestreo se encuentran en el lugar que fue intervenido, pero probablemente las ranas están ahí, tengo la esperanza. Eso lo dirán los siguientes monitoreos que hay que seguir desarrollando”, indicó Lobos.
Más de 40 ejemplares del anfibio fueron relocalizados en el sector Ojos de Opache a mediados de 2019, lugar que fue intervenido recientemente y no se encontraron rastros del animal. Foto: U. de Chile.
La casi absoluta escasez de agua y las precarias condiciones de salud en que se encontraron aquellas ranitas motivaron estas medidas urgentes para salvar a los que se pensaron eran los últimos representantes de la especie. Pero durante los meses siguientes, investigadores de la Universidad de Chile, junto a otros especialistas, comprobaron que luego de una inesperada recuperación del cauce en el sector Las Vertientes reapareció este pequeño y único anfibio que recientemente fue elegido como embajador de la fauna chilena 2020, publicó la U. de Chile
Las tres campañas realizadas al sitio confirman que pese a la falta de agua y la contaminación aún resisten en su hábitat al menos siete ranitas del Loa. Paola Sáez, investigadora de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, señaló que en la última visita al terreno, realizada esta semana, se detectó un nuevo individuo no registrado con chip y renacuajos, lo que confirma que se estaría reproduciendo. “Es muy probable que hayan más huevos y renacuajos en este espacio”, agrega Gabriel Lobos.
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El equipo de conservación de las ranitas del Loa está conformado por investigadores, especialistas y profesionales de la U. de Chile, como Gabriel Lobos y Hugo Salinas, de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias; Marco Méndez, Paola Sáez y Pablo Fibla, de la Facultad de Ciencias; además del herpetólogo Andrés Charrier y Claudio Soto, investigador de la Universidad Andrés Bello.
“Si uno saca el agua se mueren todos los animales que hay ahí, porque los telmatobius son como peces con patas”, asegura Marco Méndez, director del Departamento de Ciencias Ecológicas de la Facultad de Ciencias, quien plantea que es necesario desarrollar un trabajo con la comunidad local. “La solución de cómo lo vamos a hacer es global. Esto significa que no sólo depende del esfuerzo de los especialistas. También tenemos que convencer a la comunidad, tenemos que trabajar con los ministerios, las autoridades regionales y la Municipalidad de Calama”, afirmó.
Esta zona conocida como el Oasis de calama se ha ido transformando en suelo agrícola, y en estos momentos además hay una situación de tomas de terreno en el sector, comenta Gabriel Lobos.
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