La gravedad extrema haría que caminar fuese imposible, y la luz de sol sería tan fuerte que desarrollar cáncer sería inevitable. Aún así, el planeta K2-18b, que se encuentra a 110 años luz en la constelación de Leo, es el primer mundo descubierto por humanos (además de la Tierra), que tendría posibilidades de albergar vida alienígena.
En un innovador hallazgo , científicos de la Universidad de Londres descubrieron que el rocoso planeta contiene agua líquida y una atmósfera, levantando las posibilidades de encontrar organismos extraterrestres vivos.
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El agua fue detectada midiendo las ondas de luz que se filtran a través de la moléculas de hidrógeno en la atmósfera del planeta, a través de información capturada por el Telescopio Hubble Space de la Nasa entre 2016 y 2017.
Aunque el Hubble no captaba instrumentos capaces de detectar señales de vida, como el metano, nuevos telescopios pronto serán lanzados para encontrar rastros biológicos, y quizás responder la antigua pregunta de si estamos sólos en el universo.
Angelos Tsiaras, del Centro de Exoquímica Espacial de la UCL afirmo que “encontrar agua en un mundo potencialmente habitable es realmente emocionante”, para The Telegraph.
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“Este es el único planeta que conocemos fuera de nuestro sistema solar que tiene la temperatura correcta para contar con agua líquida, haciéndolo el mejor candidato para ser habitable que conocemos hasta ahora“, agregó.
“Este estudio marca una nueva era en la investigación de exoplanetas, curial para clasificar a la Tierra, nuestro único hogar, dentro del enorme margen del cosmos. Nos acerca a responder una pregunta fundamental: ¿es la Tierra única?”, declara.
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