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La carrera encontrar una vacuna contra el nuevo coronavirus está en pleno desarrollo. A diario, y desde diversos puntos del mundo, recibimos información de los equipos médicos y científicos que trabajan en el gigantesco desafío de encontrar una solución inmunológica a la pandemia.
Entre todos estos proyectos, uno que entregó recientemente buenas noticias es el que lleva adelante la Universidad de Oxford. La casa de estudios británica anunció que seguirá completando etapas en sus pruebas con seres humanos. Ahora, ampliará el testeo a 10.260 individuos, incluyendo a mayores de 70 años y niños entre los 5 y 12 años
La prestigiosa universidad concentra sus esfuerzos a través del Instituto Jenner para la Investigación de Vacunas, primera entidad europea en lograr testear con un grupo de cerca de mil voluntarios en abril pasado.
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Con la inclusión de este nuevo y masivo grupo, se busca suministrar a los participantes dosis de la vacuna experimental “ChAdOx1 nCoV-19”, para comparar la efectividad del tratamiento.
La “ChAdOx1 nCoV-19” está hecha con una versión debilitada de un adenovirus y, hasta ahora, es uno de los modelos más prometedores. Incluso, cuenta con resultados positivo en ensayos con animales.
De hecho, se ha establecido septiembre como una fecha en que se podría tener listar una gran dosis de la vacuna. Gran parte del rápido avance de los británicos se debe a que su trabajo utilizó una plataforma puesta a prueba en ensayos clínicos con anterioridad, la que estaba destinada a combatir el MERS, el anterior coronavirus que atacó el año 2012.
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“Los estudios clínicos están progresando muy bien y ahora estamos iniciando estudios para evaluar qué tan bien la vacuna induce respuestas inmunes en adultos mayores y para evaluar si puede proporcionar protección en la población más amplia. Estamos muy agradecidos por el apoyo de los voluntarios”, señaló Andrew Pollard, jefe del Grupo de Vacunas de Oxford, a la web de la universidad.
Los investigadores de Oxford estiman que la etapa experimental podría durar entre dos y seis meses. Pero ojo, estos números y cifras siempre deben ser tomados con cautela, ya que aún son solo proyecciones auspiciosas.
En la misma línea, la gigante farmacéutica AstraZeneca ya anunció un acuerdo para producir a gran escala la vacuna inglesa. Eso sí, primero debe superar al menos tres fases de pruebas clínicas con 30 mil participantes, además de una prueba pediátrica.
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Chile presente en el desafío
Chile también tiene una “candidata” para lograr la tan anhelada inmunización. El esfuerzo nacional es liderado por investigadores de la Universidad Católica, el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y el Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular (BMRC), con el apoyo de la Fundación Copec-UC. Actualmente, el proyecto inició sus pruebas preclínicas.
“Es importante explorar múltiples caminos para garantizar el acceso a una vacuna. Uno de éstos es el desarrollo en Chile de investigación científica para la generación de prototipos locales, dado que eso nos posiciona en el mapa de desarrolladores. La colaboración con organismos internacionales es clave, porque podemos acceder de primera fuente a los avances hechos por otros equipos”, manifestó a Futuro 360 el Dr. Alexis M. Kalergis, director del IMI y académico UC.
La solución chilena está probando cuatro estrategias que consisten en diferentes combinaciones de proteínas del SARS-CoV-2 junto a moléculas inductoras de la respuesta inmune. Una de estas fórmulas es equivalente a la usada exitosamente para desarrollar la vacuna contra el virus sincicial.
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El organismo comunicó que completó el diseño conceptual y está avanzando en la formulación de prototipos con los que actualmente se desarrollan los ensayos preclínicos.
Estos estudios corresponden a pruebas en laboratorio para demostrar la seguridad e inmunogenicidad efectiva de los modelos experimentales. Es decir, fases anteriores a cualquier testeo en personas.
“A continuación, será necesario formular la vacuna en condiciones que cumplan las regulaciones nacionales e internacionales y, posteriormente, evaluar su seguridad e inmunogenicidad por medio de estudios clínicos”, agregó Kalergis.
¿Cuándo iniciaría la prueba en voluntarios? “Si todo sale de acuerdo con lo esperado, la etapa siguiente corresponde a la realización de pruebas clínicas de seguridad en humanos. En resumen, todas estas etapas deben ser superadas exitosamente para demostrar que una vacuna es segura y efectiva”, manifestó el director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia.
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Optimismo y realismo
Hasta el momento, el surgimiento de una vacuna contra el COVID-19 es nuestra mejor esperanza. La circulación de tanta información sobre el tema, muchas veces, nos hace pasar de la ilusión a la incertidumbre en escasos segundos.
Entonces, ¿cómo debemos tomar cada nuevo descubrimos en la materia? Para el director de Investigación del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad, Alex Behn, la clave es el equilibrio.
“Es positivo para las personas que exista una salida. Pero, por otro lado, hay que estar preparados, porque no se va a dar pronto y el tiempo que viene hasta encontrarla va a ser difícil y va a genera una carga para la salud mental de la población muy importante”, dijo el académico de la UC en conversación con Futuro 360.
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“Probablemente, la reactividad frente a la situación actual no sea homogénea, ni caracterizada por solo uno o dos sentimientos. Sino más bien por distintos momentos”, los que pueden incluir mezclas de desánimo, optimismo, miedo, temor o preocupación.
Para ello, algunas buenos consejos que entregan los expertos son no revisar compulsivamente la información, asumir que la situación es grave y requiere de nuestra colaboración y definir fuentes oficiales y confiables.
“Lo más difícil es lograr un balance entre optimismo, que lo necesitamos para sobrevivir esta crisis, y al mismo tiempo una buena cuota de realismo, que nos permita tomarle el peso a todas las medidas que tenemos que seguir”, concluye Behn.
Martes / 22:30 / CNN Chile
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