Cuando dormimos le damos un descanso a nuestro cuerpo. Se trata de un acto imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo, ya que mientras nos sumergimos en un sueño profundo, el cerebro continúa realizando diversas funciones.

Los seres humanos contamos con varios relojes internos que se sincronizan con los ritmos del entorno. Uno es el circadiano, que requiere la integración de una serie de estructuras nerviosas para regular -entre algunas cosas- el ciclo de sueño-vigilia, la temperatura corporal y la secreción de diversas hormonas, durante las 24 horas.

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Al dormir, nuestro cerebro trabaja intensamente con el objetivo de reforzar nuestra memoria. Para que se consolide el aprendizaje que obtuvimos durante el día, este órgano activa las mismas regiones que utiliza para adquirir información o para recordar lo que necesitábamos mientras estuvimos despiertos: el hipocampo, la corteza entorrinal y el neocórtex.

El Centro del Sueño de la Red Salud UC CHRISTUS, realizó un estudio sobre cómo están descansando los chilenos durante la pandemia. Esta entidad encargada de diagnosticar y tratar los trastornos del sueño, utilizó una muestra de 517 pacientes vía telemedicina, entre marzo y julio de 2020. A cada uno de ellos, los entrevistó vía mail, obteniendo respuestas de 136 personas -56,6% mujeres y 43,4 hombres- con una edad promedio de 40 años.

Según el centro, la idea fue cuantificar cuáles eran las mayores patologías o trastornos que se agudizaron durante la crisis sanitaria. Entre las respuestas, destacaron el insomnio (52,3%), el síndrome de piernas inquietas (26,5%), el bruxismo de sueño (25%) y la apnea del sueño (23,5%).

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Respecto a la variación del trastorno de sueño durante la pandemia, el 33,1% consideró que empeoró desde el inicio de la crisis, el 27,2% dijo que empeoró desde el inicio de la cuarentena y un 25,7% afirmó que no reportó cambios. Por otro lado, el 10,3% aseguró que su sueño mejoró en estos meses.

Higiene del sueño

La neuróloga del Centro del Sueño de la Red Salud UC CHRISTUS, Julia Santín, explica a Futuro 360 que la crisis por coronavirus afecta el dormir por múltiples motivos. Por una parte, aparecen estresores (estímulos que nos generan estrés) producto de la incertidumbre de lo que va a pasar, suele suceder que “en la noche comienzan las distintas rumiaciones (pensamientos persistentes)  sobre los diferentes temores que genera la pandemia”.

A eso, la especialista dice que hay que agregar el confinamiento. “Una norma que es muy importante en términos de higiene de sueño, es tener el dormitorio única y exclusivamente para dormir”. Añade que lo que está sucediendo por estos días de encierro, es que la mayoría de las personas hacen todo en el dormitorio: leer, ver televisión, trabajar, comer, etc.

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Otro factor importante, es que derivado de las modalidades online de trabajo, clases, entretención y socialización, las personas están permanentemente expuestas a la luminosidad de las pantallas: “Que van a bloquear la secreción de melatonina y que van a retrasar el inicio del sueño”, dice Santín.

Sobre el síndrome de piernas inquietas -que alcanzó un 26,5% en el estudio- la neuróloga explica que se trata de la necesidad irresistible y compulsiva de mover las piernas en la noche y en reposo. Las personas que lo padecen nota sensaciones raras en las piernas: cosquilleo, hormigueo, ardor o sensación de piernas pesadas. “Es bastante frecuente, y es más frecuente en las mujeres porque se asocia mucho a la ferropenia (deficiencia de hierro)”.

Para aquellos que están teniendo problemas de sueño, la especialista entrega las siguientes recomendaciones:

  • Nunca hay que acostarse por horario, te tienes que acostar por sueño. Si te vas a acostar por horario y no tienes sueño, lo único que vas a hacer es empezar a darte vueltas en la cama y eso va a generar ansiedad. “A mayor ansiedad, mayor dificultad de quedarte dormido, y a mayor dificultad de quedarte dormido, mayor ansiedad”.
  • No mirar nunca el reloj cuando despiertes en la noche. Si lo haces, vas a empezar a calcular cuántas horas has dormido y cuántas más te quedan para seguir durmiendo. “El solo mirar el reloj te alerta”.
  • Nunca hay que hacer ejercicios intensos en la noche. “Ojalá que desde las ocho en adelante, crees un clima de tranquilidad, de poca luminosidad: hay que imitar lo que pasa en la naturaleza”.
  • Mucho cuidado con el café, las bebidas estimulantes y el cigarrillo en la noche. Estos elementos generan un impacto en nuestra capacidad de conciliar el sueño.
  • Atención con la temperatura: está debiese estar alrededor de los 18º Celsius. Cuando el ambiente es muy caluroso, la calidad del sueño se ve afectada.
  • Nunca planificar en la noche, ni revisar los problemas, las cuentas del banco. “En la noche todo es más atroz”.

Si consideras que necesitas la orientación de un especialista en trastornos del domir, puedes obtener mayor información y solicitar una hora de atención en este link.

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