Con software para pruebas y anticopia: Así se adaptan los profesores a la educación en tiempos de COVID

“Las clases virtuales no permiten interacciones tan dinámicas, como las que ocurren con las clases presenciales. Los alumnos suelen hacer menos preguntas, haciendo más difícil saber cuánto del contenido impartido es asimilado inmediatamente”, relata a Futuro 360 el profesor asociado del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Rómulo Chumacero.

Su ejemplo es el de miles de académicos que, debido a la insólita situación ocasionada por la pandemia, han debido readecuar por completo sus métodos de enseñanzas, mutando de un sopetón al modelo de las clases y evaluaciones a distancia.

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Ante el complejo escenario, una buena ayuda han sido las diversas herramientas tecnológicas a las que se han volcado profesores y alumnos de todo el mundo. Desde videollamadas para emular las aulas a plataformas para subir y compartir material pedagógico, todo ha servido para seguir adelante con las asignaturas.

En ese esfuerzo se inserta el software de evaluación remota Gradescope, una solución computacional que sus creadores definen como “integral” y que permite optimizar la rendición online de las siempre tan temidas pruebas.

¿Cómo funciona? La app permite realizar pruebas 100% online -que incluyen preguntas que se califican automáticamente o la posibilidad de que los estudiantes envíen sus respuestas a través una interfaz propia- y otras en papel (para aquellas que requieren, por ejemplo, de la realización de dibujos o planos).

En esa última categoría, la plataforma entrega la facultad de crear una tarea basada en una plantilla y pedir a los alumnos que envíen copias digitalizadas o en hojas en blanco, en las cuales deben demarcar el área donde respondieron cada interrogante.

“Nuestra tecnología busca asegurar la integridad en la educación e investigación a nivel global“, dice Catalina Londoño, gerente de Servicios Profesionales y Educativos de Turnitin América Latina, empresa internacional a cargo de la innovación, que ya se encuentra en más de 100 países del mundo.

“Hemos tenido una gran recepción del uso de las soluciones dentro de la regularidad de las asignaturas“, agrega Londoño.

Agencia UNO

Educación y futuro

En la misma línea, otro software que apunta a garantizar la integridad académica es Turnitin Originality, el que promete garantizar los estándares de integridad académica a distancia.

En otras palabras, entrega al profesor o profesora herramientas para detectar copias, plagios y compra de ensayos, al comparar los trabajos con una gran base de datos, incluso, si las tareas son de áreas tan complejas como la programación.

Esto cobra relevancia bajo el sistema de la educación remota, por la posible tentación de incurrir en este tipo de trucos al estar lejos de la vista de los colegios.

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“Destino un quinto del tiempo que destinaba antes a corregir evaluaciones. El gran reto que persiste, es el de incorporar herramientas simples y efectivas que permitan minimizar potenciales actos de deshonestidad académica en pruebas”, opina Chumacero sobre la efectividad de las herramientas digitales de la educación en tiempos de COVID.

Por lo mismo, desde la compañía desarrolladora de ambas plataformas no descartan que, a futuro, este tipo de soluciones se integren a la educación formal. “Hemos escuchado de nuestros clientes que  la tecnología que ya estaba presente en algunas de sus aulas llegó para quedarse“, aseguran.