¿Pueden los probióticos ayudar en el tratamiento contra la depresión?

Un nuevo estudio, basado en la revisión de la literatura médica, sugiere que los probióticos podrían ayudar a aliviar la depresión. Estos alimentos o suplementos contienen microbios y se cree que podrían ejercer una influencia positiva en el intestino.

“Esta es una investigación de buena calidad, pero es una revisión de datos relativamente preliminares”, detalló al Sciencie Media Center (SMC) de Londres Allang Young, profesor de trastornos del estado de ánimo en el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres. “Entonces aunque esta revisión sistemática de la literatura de investigación respalda la noción de los prebióticos y los probióticos pueden ser de ayuda para las personas con ansiedad y depresión, se necesita más investigación. Estos datos justifican la realización de ensayos más grandes”, explico Young.

Respecto a esto, la psiquiatra de la Clínica Indisa, Dra. Maritza Bocic, explica a Futuro 360 que si bien no existe evidencia comprobada de que puedan ayudar, estos suplementos sí se han ocupados, pero que el problema radica en que no se conoce la cepa específica. “Se usan bacterias y está claro el tipo, pero no la cepa. Está claro cuál es el género que se usa, pero no está claro la especificidad , qué cepa científicamente es la que sirve”, explica.

En este estudio, los investigadores de la Universidad de Brighton y el Hospital Universitario Croydon analizaron 71 estudios que datan de entre 2003 y 2019 dedicados a conocer cómo los probióticos y prebióticos (compuestos que ayudan en la prosperación de los probióticos), pueden ayudar en estos trastornos.

Del total de investigaciones revisadas, sólo se consideró que siete eran lo suficiente robustos. Con estos, se evidenciaron “mejoras significativas” cuando se midió el efecto al suministrarlos, se mostró que puede haber una disminución cuantificable de la depresión, pero en el caso de la ansiedad no quedó muy claro.

El detalle, según explicaron los investigadores, es que ninguno de los estudios analizados duró un tiempo largo, además el número de participantes también fue pequeño. Por lo tanto, no pudieron entregar conclusiones firmes.

Los probióticos y la depresión 

La psiquiatra Maritza Bocic explica que los probióticos lo que harían es actuar sobre algunos neurotransmisores del sistema nervioso central. “Lo que hacen es regular algunos procesos. Tampoco se tiene claridad de cómo actúan o cómo llegaría un probiótico – que se ingiere oral y que en el fondo son sustancias que son microbacterias que van a generar sustancia a nivel del intestino – a actuar al sistema nervioso central”, detalla la doctora.

A ello también explica que en el caso del intestino “cuando uno siente emoción… por ejemplo, cuando ves a alguien que te gusta, uno siente como mariposas en la guata. Cuando uno está con mucho estrés, hay alteraciones de nuestra frecuencia intestinal. Entonces hay relación”, señala la profesional.

Respecto a cómo los probióticos actúan en el sistema nervioso central, Maritza Bocic explica que hay algunas formas que podrían ser, pero que aún no están 100% comprobadas. Por ejemplo, señala que en el intestino hay células del sistema nervioso, que reaccionan si hay mucha acidez. Estas células producen serotonina y estas mandarían las señales a nivel de cerebro. Entonces los probióticos podrían actuar directamente sobre estas células.

La otra forma es a nivel del sistema inmunológico intestinal. Hacen que esta célula produzca citoquinas y estas proteínas influyen directamente en el cerebro y en las conexiones del sistema nervioso central.

Por otra parte, también explica que podría ser que esta célula genera microorganismos que producen ciertas sustancias que van interferir sobre la permeabilidad de la barrera hematoencefálica. Esta es lo existe entre el sistema que protege el sistema nervioso central y lo que entra y sale. “Son las tres formas que se han estudiado. Entonces influirían directamente sobre estos neurotrasmisores y estos regulan a su vez nuestro mundo afectivo”, agrega la psiquiatra.

En tanto, en la investigación que fue publicada en la revista BMJ Nutrition, Prevention & Heath, se explicó que se desconocía con exactitud la forma en que estos podrían aliviar la depresión, pero sugieren que sí podría tener un doble efecto.

Por un parte que los probióticos ayudan a reducir la producción de químicos inflamatorios, como las citocinas, o pueden ayudar a dirigir la acción del triptófano, que es un químico importante entre el intestino y cerebro.

Por otra parte, quienes padecen depresión también tienen otras afecciones subyacentes, como una producción deteriorada de insulina o el colon irritable. Entonces los probióticos podrían influir en cómo una persona experimenta la depresión al aliviar estas complicaciones.

Eso, la Asociación Estadounidense de Gastroenterología especificó que aún no hay evidencia suficiente para recomendar el uso de estos.

¿Cómo identificar la depresión y qué hacer ?

La psiquiatra explica que hay señales a las que estar pendientes respecto a que una persona pueda estar desarrollando una depresión. En primer lugar si se nota que comienza a perder la capacidad de pasarlo bien con cosas con las que antes sí lo pasaba bien. “Por ejemplo si le gustaba leer y ya no los disfruta. Si le gustaba estar con amigos, pero tampoco lo disfruta. Son los primero síntomas. A eso se suma una tristeza vital, que es estar apenado, triste y sin ganas de hacer las cosas que habitualmente uno hacía”, señala la profesional.

También menciona la importancia de generar una red de apoyo respecto a quien tiene depresión. “Esto no tiene que ver con la voluntad de la persona. Cuando le dices ‘no, tira para arriba’ o ‘tú te la puedes’, es nefasto, porque la persona depresiva hace su mejor esfuerzo por estar bien, pero no puede, entonces eso genera que la persona sienta que es un estorbo, que no sirve y genera pensamiento negativos”, enfatiza Maritza Bocic.

Por lo tanto, señala que es importante acompañar, comprender y empatizar con lo propio de la enfermedad. De esa manera también agrega que en muchas ocasiones se tienen que transformar en la red que los ayuda a seguir un tratamiento farmacológico. “Es fundamental el apoyo para que la persona tenga un tratamiento médico, porque si el paciente ya está muy deprimido, muchas veces no quiere ir al médico, no quiere hacer su tratamiento”, finaliza.