Usar la sangre de las personas que se han recuperado de COVID-19 como posible antídoto para la enfermedad, de eso se trata el uso de plasma para combatir el coronavirus. Los investigadores esperan que el enfoque centenario de infundir a los pacientes la sangre cargada de anticuerpos de los que han sobrevivido a una infección ayudará a inmunizar.
Los esfuerzos siguen a estudios hechos en China que intentaron la medida con plasma, es parte de la sangre sin glóbulos rojos, pero que contiene anticuerpos de personas que se han recuperado de COVID-19. Médicos estadounidenses también están probado esta técnica en Nueva York.
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“Utilizando plasma de pacientes convalecientes que contienen anticuerpos y de esa manera poder producirlos de forma segura, para posteriormente administrarlos a pacientes con enfermedad severa o con factores de riesgo que tienen una mayor probabilidad de tener una evolución de mayor gravedad“, dice el doctor Raimundo Gazitúa, jefe de Hematología de la Fundación Arturo López Pérez (FALP).
Eso es lo que está ocurriendo en el banco de sangre de la FALP. Aquí, como en otras partes del mundo, se desarrolla esta técnica de manera experimental. Lo mejor de todo es que entrega defensas inmediatas al organismo de quienes más sufren con el COVID 19.
“Estos anticuerpos van actuar neutralizando el virus que está circulando en el paciente. Y toda la actividad de enfermedad, la inflamación, todo el daño a los distintos órganos, principalmente al pulmón, pueda ser revertido por la acción de estos anticuerpos y de esa manera poder contribuir a la mejoría del paciente”, explica el doctor Gazitúa.
Resultados obtenidos en China mostraron que todos los que recibieron este plasma de quienes ya superaron la enfermedad, se recuperaron antes del tiempo esperado, y con un menor esfuerzo terapéutico. Por eso la FDA en Estados Unidos liberó las restricciones para que otros centros puedan iniciar este novedoso tratamiento.
“Esto procede de distintas crisis sanitarias que han ocurrido en el pasado como lo han sido el SARS, el Mers e incluso la influenza H1N1. Y de hecho en nuestro país, nosotros utilizamos el plasma convaleciente en pacientes con caso de infecciones por hanta virus”, indica Franz Villarroel, jefe Laboratorio Medicina Traslacional de la FALP.
La evidencia indica, hasta ahora, que hacer estas transfusiones de forma temprana disminuye la carga viral y el tiempo que el paciente debe estar conectado a ventilación mecánica. Como si eso fuera poco, un dato final: la donación de sangre de una persona que logró recuperarse sirve para tres pacientes en estado crítico.
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En cuanto a los requisitos que debe cumplir un donante de plasma para estos fines, la doctora Carolina Selman, subdirectora médica de servicios diagnóstico FALP, señala que “deben ser personas que hayan recibido un resultado positivo para PCR de coronavirus y que, en este minuto, lleven más de 14 días sin síntomas desde el comienzo de su enfermedad”.
Todas las personas entre 15 y 65 años, que hayan superado el COVID-19, pueden ser donantes. Quienes cumplan los requisitos, pueden ingresar al portal www.donantecovid.cl para su inscripción a la espera del llamado del recinto médico. Se trata de un tratamiento inicial, pero que abre una nueva esperanza de recuperación entre las más de 300 personas en estado crítico que se registran el país.
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