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¿Conoces al Pingüino Papúa? Es un ave marina que se caracterizan por la coqueta mancha de plumaje blanco que adorna sus ojos. Podemos encontrarlo alrededor del océano austral, el que incluye las islas subantárticas, Sudamérica, la Península Antártica y las cercanías de Tierra del Fuego y del Cabo de Hornos.
Debido a las similitudes en sus características físicas, históricamente se creía que todas estas colonias representaban una sola gran especie. Eso, hasta ahora. Porque una investigación de larga data concluyó que existen diferencias evolutivas que permiten identificar al menos cuatro linajes divergentes en estos animales. Este trabajo fue publicado por la Revista Diversity and Distributions.
“El resultado general (del estudio) es descubrir que lo que se pensaba era una sola especie, corresponde a grupos muy divergentes. Grupos que al inicio provenían de una sola especie, pero que tomaron un camino evolutivo distinto”, nos explica Elie Poulin, académico U. Chile, investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y uno de los autores del análisis. En otras palabras, se estaría ante una especie críptica, es decir, un grupo aislado reproductivamente de otro, pero indistinguibles por su morfología.
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De esta forma, se podría apreciar cuatro grupos genéticamente diferentes entre los pingüinos Papúa: uno presente en las Islas del norte del frente polar, otro en la Isla Kerguelen, uno en América del Sur e Islas Malvinas y el último en la península Antártica. Todos ellos deberían ser considerados especies diferentes.
Divergentes
Desde hace algunos años se descubrieron los primeros indicadores de que eran diferentes linajes, principalmente, observando el comportamiento de las aves. El equipo académico acaba de publicar varias de sus conclusiones en la Revista Diversity and Distributions, donde se recalca que la divergencia ha sido favorecida por dos factores principales: la distancia geográfica y los procesos de adaptación al ambiente. Ello habría influido en una evolución independiente en cada grupo.
“Existe un patrón de diferenciación genética súper grande entre colonias de las islas distantes”, explica a Desafío Tierra la investigadora del IEB y de la U. Chile, Daly Noll.
“Pero también, en paralelo, por la diferencia de ambientes en esas distintas regiones, se van especializando y adaptando a través de los procesos de selección natural. Se adaptan a la condición ambiental y eso refuerza el proceso de diferenciación”, añade Poulin.
La similitud en la apariencia de los pingüinos Papúa hizo que encontrar las diferencias genéticas entre cada grupo fuera todo un reto. Para lograrlo, los investigadores recurrieron a herramientas genómicas y de modelamiento ambiental. En términos más simples: caracterizaron los hábitats con información satelital y georeferencial. Al mismo tiempo, viajaron a terreno para estar con los animales y recolectar las muestras biológicas necesarias para el estudio.
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Hacer esto no fue nada de sencillo. Los “hogares” de los papúas son de muy difícil acceso, en condiciones extremas y a bajísimas temperaturas. Por lo mismo, se apoyaron en una red de colaboradores nacionales e internacionales. Ese proceso fue liderado por el propio IEB, la Universidad Católica y un amplio grupo multinacional, con investigadores de Chile, España, Argentina, Sudáfrica, Reino Unido, Francia y EE.UU. Todos apasionados por los pingüinos.
Diferenciar para preservar
Actualmente, el Pingüino Papúa está clasificado en una categoría de “Preocupación menor”, no obstante, debido a los nuevos antecedentes, los expertos sugieren que la preservación debería tomar a cada una de las unidades evolutivas por sí solas, enfocando los esfuerzo en cada grupo independiente y no en Papúa como una única especie.
Así se podría realizar una reevaluación de esta clasificación, dando paso a un mejor trabajo de cuidado de los animales. Sobre todo, pensando que la crisis climática ha producido cambios drásticos en sus hábitats y pone en peligro su existencia.
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En esa línea, Poulin admite: “Una primera consecuencia es que llama a una revisión de la sistemática o taxonomía de redefinir en nombrar esas diferentes entidades. Tener un conocimiento actualizado de esa diversidad de pingüinos podría ser un aporte importante en ese ámbito”.
“Lo importante es que cada una (de las especies) tiene sus características y debemos preservar a cada una de manera independiente, y no a la especie como una sola”, cierra Noll.
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