Este parásito “vampiro” se hace pasar por una lengua viva mientras devora el interior de su huésped

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La naturaleza alberga criaturas fascinantes, pero algunas pueden ser espeluznantes. Es el caso de este parásito “vampiro” que se halló cuando científicos hicieron una radiografía a la cabeza de un pez.

Se trata de un isópodo parecido a un insecto, un crustáceo que se adhiere a la lengua del huésped y va succionando hasta devorar todo. La escena parece sacada de una película de terror, al finalizar, el parásito es lo único que queda vivo en el esqueleto del pez justo en el lugar donde una vez estuvo su lengua.

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A esta inquietante criatura se le conoce también como mordedor de lengua o piojo que come la lengua. El hallazgo lo hizo el biólogo Kory Evans mientras digitalizaba radiografías de esqueletos de peces.

Evans es profesor asistente en el Departamento de Biociencias de la Universidad Rice en Houston, Texas, y este lunes compartió en su cuenta de Twitter el espeluznante descubrimiento.

Mondays aren't usually this eventful. I found a tongue-eating isopod (purple) in one of our wrasse scans this morning while digitizing it. These parasites attach themselves to the tongues of fishes and effectively become the new tongue…horrifying #backdatwrasseup pic.twitter.com/axlraUrh8W

— Kory Evans PhD (@Sternarchella) August 10, 2020

El crustáceo tiene una sofisticada técnica para apoderarse del huésped. Primero, entra por las branquias del pez anfitrión, luego se ubica en la lengua de este y ahí comienza el “horror”. Se sujeta con sus siete pares de patas para cortar el flujo sanguíneo de la lengua hasta que esta se desprende y ocupa su lugar. Una vez suplantada, comienza a succionar la sangre del anfitrión liberando un anticoagulante que le permite el flujo de sangre continuo, reseñó Live Science.

Por un período que puede durar años, el parásito opera como una lengua funcional para el pez que lo porta, mientras lo va desangrando lentamente, según el Blog de Arrecifes de Coral de la Universidad de Rice

El biólogo encontró al “pez de lengua viva” mientras documentaba especies marinas. “El objetivo del proyecto es generar una base de datos de rayos X en 3D de la morfología esquelética para este grupo de peces, poniéndola a disposición de investigadores de todo el mundo”, dijo Evans.

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La especie de pez que halló es un lábrido, un arenque cale (Odax cyanomelas) de Nueva Zelanda, que por sí solo también es extremadamente raro y con características muy peculiares.

“Tienen un segundo par de mandíbulas en la garganta, como en la película Alien“, señaló el biólogo. “Los lábridos pueden tragarse un caracol, y luego pueden generar suficiente fuerza con el segundo par de mandíbulas para aplastar la concha en su garganta”.