No fue creado en un laboratorio: Estudio desecha teoría conspirativa sobre el origen del coronavirus

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Desde los primeros informes del brote del nuevo coronavirus en Wuhan, provincia de Hubei en China, ha habido una discusión sobre el origen del virus SARS-CoV-2 causante de la neumonía de Wuhan o COVID-19 como se le conoce a la enfermedad respiratoria aguda.

Algunas de esas hipótesis apuntan a que fue creado en un laboratorio con fines ocultos, casi siempre de carácter político. También exponen que es dominación mundial en una lucha de potencias que involucra principalmente a China, lugar donde surgió el brote, y Estados Unidos, su archirrival en la geopolítica mundial.

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Pero todas son hasta el momento son sólo teorías conspirativas. Un informe de la revista especializada Nature, confirma que el virus es de origen animal con transmisión a humanos. A esta conclusión llegaron luego de hacer una investigación con datos genómicos del virus, es decir, estudiaron el mapa genético del patógeno.

“Ofrecemos una perspectiva sobre las características notables del genoma del SARS-CoV-2 y discutimos los escenarios por los cuales podrían haber surgido. Nuestros análisis muestran claramente que el virus no es una construcción de laboratorio o manipulado a propósito“, indica el informe.

Las infecciones por SARS-CoV-2 ahora están generalizadas y, hasta el 11 de marzo de 2020, se habían confirmado 121.564 casos en más de 110 países, con 4.373 muertes, cuando fue declarada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud.

Una semana después, estas cifras en ascenso suman más de 200 mil casos en 162 países, casi 8 mil muertes por COVID-19, la mayor parte en China e Italia, y un número de recuperados cercano a los 82.000 pacientes.

El SARS-CoV-2 es el séptimo coronavirus que se sabe infecta a los humanos. Previamente, aparecieron el SARS-CoV, el MERS-CoV y el SARS-CoV-2 que pueden causar enfermedades graves, mientras que HKU1, NL63, OC43 y 229E están asociados con síntomas leves.

El hallazgo científico, además, señala que entre las características del genoma del SARS-Cov-2 se encuentra que su comportamiento parece estar “optimizado para unirse al receptor humano ACE2”, enzima necesaria para catalizar este tipo de contagios en humanos.

Sin embargo, pese a esa optimización hay un elemento genético clave que determina su origen natural y no manipulado: “la unión de alta afinidad de la proteína de la punta del SARS-CoV-2 a la ACE2 humana es probablemente el resultado de la selección natural en una ACE2 humana o similar a la humana que permite que surja otra solución de unión óptima. Esta es una fuerte evidencia de que el SARS-CoV-2 no es producto de una manipulación intencionada“, señala el informe científico.

De las seis coordenadas identificadas en el mapa genético del nuevo coronavirus, los investigadores encontraron que, cinco difieren entre SARS-CoV-2 y SARS-CoV.

Estudio genómico del  SARS-Cov-2. Crédito: Nature.

Teorías descartada

Los científicos reiteran que es improbable que el SARS-CoV-2 surgiera a través de la manipulación de laboratorio de un coronavirus similar al SARS-CoV relacionado. Como se señaló anteriormente, el RBD (unión al receptor) de SARS-CoV-2 está optimizado para unirse al ACE2 humano con una solución eficiente diferente de las predichas previamente.

Además, si se hubiera realizado la manipulación genética, uno de los varios sistemas de genética inversa disponibles para los betacoronavirus probablemente se habría utilizado. Sin embargo, los datos genéticos muestran irrefutablemente que el SARS-CoV-2 no se deriva de ningún esqueleto de virus usado previamente.

Ante esta evidencia, los investigadores lanzaron dos nuevas teorías sobre el origen del nuevo coronavirus. Uno de ellos es lo más antiguo y obvio en la historia de la evolución: selección natural en un huésped animal antes de la transferencia zoonótica.

En segundo lugar, los científicos plantean que fue la selección natural en humanos después de la transferencia zoonótica.

El animal de origen

Entre los muerciélagos y los pangolines pudiera estar el origen animal del nuevo coronavirus. Como muchos de los primeros casos de COVID-19 estaban vinculados al mercado de Huanan en Wuhan, es posible que haya una fuente animal presente en este lugar.

Dada la similitud del SARS-CoV-2 con los coronavirus similares a los del SARS-CoV, es probable que los murciélagos sirvan como reservorios. Aunque RaTG13, muestreado de un murciélago Rhinolophus affinis, es 96% idéntico en general al SARS-CoV-2, su pico diverge en el RBD, lo que sugiere que puede no unirse de manera eficiente al ACE2 humano.

Por ello, aunque se sospecha seriamente de los quirópteros del mercado de Wuhan, no hay evidencia conclusiva al respecto.

Otro de los indicios del origen animal del nuevo coronavirus, apunta a los pangolines de Malasia (Manis javanica) importados ilegalmente a la provincia de Guangdong que contienen coronavirus similares al SARS-CoV-2.

Aunque el virus RaTG13 bate sigue siendo el más cercano de SARS-CoV-2 en todo el genoma, algunos coronavirus pangolín exhiben una fuerte similitud con SARS-CoV-2 en el RBD, incluyendo todos los seis residuos de RBD clave. Esto muestra claramente que la proteína de pico de SARS-CoV-2 optimizada para unirse a ACE2 de tipo humano es el resultado de la selección natural.

Ni los betacoronavirus de murciélago ni los betacoronavirus de pangolín muestreados hasta ahora tienen sitios de escisión polibásica. Aunque no se ha identificado ningún coronavirus animal que sea lo suficientemente similar como para haber servido como el progenitor directo del SARS-CoV-2, la diversidad de coronavirus en los murciélagos y otras especies se subestima masivamente.

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La  evidencia científica muestra que el SARS-CoV-2 no es un virus manipulado a propósito, pero este estudio no alcanza a refutar las teorías que apuntan a murciélagos y pangolines como origen animal del virus.

“La identificación de un posible huésped intermedio de SARS-CoV-2, así como la secuenciación del virus a partir de casos muy tempranos, sería igualmente muy informativo. Independientemente de los mecanismos exactos por los cuales el SARS-CoV-2 se originó a través de la selección natural“, finaliza el informe científico.