Aires más limpios, menos gas contaminante, aguas más limpias, e incluso la visita de animales a parques y calles de las ciudades más importante del mundo.
Muestras del “respiro” que se está tomando el planeta, del factor que lo ensucia a diario: El ser humano.
Pero el mundo científico es más cauto al enfrentar estos datos. Primero, entendiendo a qué tipo de gases correspondía las emisiones que disminuyeron y luego, por cuánto tiempo podía durar ese efecto.
En conversación con Desafío Tierra, el investigador del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), Rodrigo Seguel, advertía a principio de abril que los niveles de disminución que se veían eran del dióxido de nitrógeno y que este tenía incidencia en la salud de las personas, “si uno mira en términos de cambio climático, todavía nos falta mucho”.
Explicaba que este era el gas que se producía por las actividades cotidianas de la vida, como el uso de automóviles y de transporte, y que tenía relación directa con la salud de las personas. Pero que permanece muy poco tiempo en la atmósfera, a diferencia del dióxido de carbono (CO2) que permanece décadas e incluso siglos.
“Es este minuto, tenemos algo así como 420 partes por millón en la atmósfera. Yo no creo que esa forma vaya a variar de forma significativa, a menos que el esfuerzo se mantenga en el tiempo”, advertía Seguel.
Y este ha seguido aumentando durante este año. Según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM): “Las concentraciones atmosféricas de CO2 en el observatorio Mauna Loa, en Hawai, siguen en niveles récord en lo que va del año”, señaló la organización y consignó diario El País.
“Muchas veces se confunde contaminación con gases de efecto invernadero. Aunque en París, Madrid y Barcelona se aprecie una mejora de la calidad del aire tremenda (es decir, una reducción de la contaminación), eso no ocurre con los gases de efecto invernadero”, señala al medio el director de la OMM, Emilia Cuevas.
Cuarentenas aún no pueden con el Cambio climático
Durante esta semana, marcada por la conmemoración del Día de la Tierra, varias organizaciones y centros de estudios medioambientales han llamado a no bajar la guardia y aplanar la curva del calentamiento global.
El avance de los confinamientos en el mundo entregan una “reducción temporal de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero esto no debe sustituir “la acción climática continuada”, advirtió durante el día de la Tierra la Organización Meteorológica Mundial.
“Nosotros tenemos que ser conscientes que si no cambiamos nuestras conductas y nuestros valores cotidianos, es muy difícil que podamos enfrentar el cambio climático. Además, esta coyuntura nos debería ayudar a reflexionar en cómo impactamos el medio ambiente”, concluye Rodrigo Seguel.
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