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Ver sangre saliendo de los ojos de un niño puede ser una experiencia traumática para cualquiera. Una madre en India vio cómo gotas carmesí corrían por la cara de su hija.
En un reciente caso de estudio, un grupo de oftalmólogos del Instituto de Ciencias Médicas de Nueva Delhi, India, detalla la extraña e increíblemente rara condición médica, conocida como hemolacria, en una niña de 11 años.
“La hemolacria es el término científico que se ocupa para describir el sangrado de los ojos de una persona. Este se puede producir por muchas razones, por lo que cuando se presentan estos casos -lo que ocurre en contadas ocasiones-, se realizan una gran cantidad de estudios para encontrar el origen del sangrado”, explica Juan Enrique Becker, Oftalmólogo de Clínica Vespucio, a Futuro360.
De acuerdo a la madre de la infante, quien prefirió no entregar su nombre, los goterones de sangre se habían transformado en una condición diaria para su hija durante las últimas semanas. Sin ser productos del dolor o de emociones intensas, la sangre caía por la cara de la pequeña por prolongados minutos, 2 a 3 veces por día.
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Los expertos de la clínica realizaron un sinfín de pruebas para determinar la causa, quedando con las manos vacías en cada ocasión. El paciente no tiene historial de traumas o enfermedades. Además, sus lagrimales parecían estar intactos, sus pruebas de sangre no mostraron nada fuera de lo común, y a parte de glóbulos rojos, el fluido que emanaba de los ojos de la pequeña no mostraron nada extraordinario.
Sin encontrar una respuesta, la niña fue internada para mantenerla en observación y siguió llorando sangre por varios cuantos días.
A pesar de que los casos de hemolacria son raros, esto no significa que no se hayan registrado casos previos similares a éste.
Uno de los ejemplos más mediáticos de esta enfermedad es la de una niña de 14 años llamada Twinkle Dwivedi, cuya condición se hizo conocida a través de National Geographic. Sin embargo, el caso resultó ser una farsa montada por la madre de la niña.
En 2019, un estudio médico describió un caso de hemolacria bastante similar al actual, de una niña de 16 años quien fue ingresada a un hospital en Bangladesh por llorar sangre.
Es posible que en algunos casos, las hormonas pueden jugar un rol en esta condición. Un estudio de 1991 que buscó encontrar sangre “oculta” en las lágrimas de 125 voluntarios jóvenes y sanos encontró pequeñas cantidades de glóbulos rojos en los fluidos de 1 de cada 5 participantes, y la mayoría de estos eran mujeres pasando por su ciclo menstrual. Sin embargo el estudio no demostró que esta es condición afecta exclusivamente a mujeres. Hay un sinfín de razones de las por qué una persona podría sangrar de sus ojos.
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“Los sangrados oculares se pueden producir por problemas en la conjuntiva, que es una membrana que cubre el ojo. Esta zona está cubierta por tejidos vasculares que se pueden ver afectados por traumas provocados por factores externos, como por ejemplo frotarse constante y fuertemente los ojos o un accidente con algún objeto que cause una herida en el sector”, agrega Becker.
El especialista explica que condiciones crónicas también pueden provocar hemolacria, enfermedades inflamatorias como conjuntivitis o lesiones vasculares provocados por pequeños tumores malignos en los vasos sanguíneos.
“Además, existen condiciones extremadamente raras que provocan flujos inversos con respecto al sangrado de nariz. La zona ocular está conectada con la vía respiratoria, por lo que se han presentado casos en los que una persona con sangrados de nariz frecuentes pueden, en determinadas ocasiones, sangrar de los ojos”, agrega el oftalmólogo.
A pesar de todas estas posibles explicaciones, la madre de la menor de 11 años sigue sin una respuesta clara de por qué su hija sangra por sus ojos. Aún así, los expertos aseguran que la condición no pone en riesgo la salud de la menor, y que podría dejar de afectarla repentinamente sin dejar ninguna secuela.
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