La estrella más cercana a nuestro planeta pasa sus días en aparente tranquilidad a nuestros ojos. Sin embargo, esto dista de la realidad especialmente tras un anuncio de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), quienes dieron a conocer que el Sol inició un nuevo ciclo.
Este fenómeno causa preocupación, ya que el clima espacial provocado por el astro puede afectar nuestras vidas y la tecnología de la Tierra, tales como la red eléctrica, el GPS, las aerolíneas, entre otros. Afectando también a los astronautas y satélites que se encuentran en el espacio.
Estos eventos se dan cada once años y el actual comenzó en diciembre del año 2019, pero debido a que esta estrella es tan variable pueden pasar meses después del hecho para declarar su inicio oficial.
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Expertos de ambas instituciones internacionales discutieron sus análisis y predicciones sobre el nuevo ciclo solar y predijeron que este nuevo será similar al experimentado durante estos últimos once años. Asimismo, prevén que su máximo solar, es decir, cuando experimente la cima de su actividad, ocurrirá en julio de 2025, pudiendo afectar especialmente a las comunicaciones en la Tierra.
El ciclo solar 24 fue el cuarto más pequeño registrado y el más débil en 100 años, manifestó Lisa Upton, copresidenta del Panel de Predicción del Ciclo Solar 25 y física solar de la Space Systems Research Corporation, durante una conferencia de prensa.
“Que sea un ciclo solar por debajo del promedio no significa que no haya riesgo de clima espacial extremo (…) El impacto del Sol en nuestra vida diaria es real y está ahí. Tenemos personal las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año porque el Sol siempre es capaz de darnos algo para pronosticar”, recalcó Doug Biesecker, físico solar del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA en un comunicado.
Para rastrear el avance del ciclo los científicos usan las manchas solares, las cuales están asociadas con su actividad y a menudo reflejan explosiones gigantes, como erupciones solares o eyecciones de masa coronal, las cuales pueden arrojar luz, energía y material solar al espacio.
“Mantenemos un registro detallado de las pocas manchas solares diminutas que marcan el inicio y el surgimiento del nuevo ciclo (…) Estos son los pequeños mensajeros de los fuegos artificiales solares gigantes del futuro. Sólo siguiendo la tendencia general durante muchos meses podemos determinar el punto de inflexión entre dos ciclos“, señaló Frédéric Clette, quien trabaja en el Observatorio Real de Bélgica.
Ahora que se superó el mínimo registrado en diciembre de 2019, los científicos prevén que la actividad del Sol aumentará en los meses y años siguientes a medida que nos acercamos a julio de 2025.
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“Mientras salimos del mínimo solar y nos acercamos al máximo del Ciclo 25, es importante recordar que la actividad solar nunca se detiene; cambia de forma cuando el péndulo oscila“, aseveró Lika Guhathakurta, científica solar de la División de Heliofísica en la Sede de la NASA en Washington.
Al igual que para los eventos climáticos en nuestro planeta, las agencias e instituciones involucradas están trabajando juntas para anticipar los eventos climáticos espaciales que permitirían a su vez una mejor preparación en la Tierra.
“No hay mal tiempo, sólo mala preparación (…) El clima espacial es lo que es, nuestro trabajo es prepararnos”, enfatizó Jake Bleacher, científico jefe de la Dirección de Misiones de Operaciones y Exploración Humana de la NASA.
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