Se asumió alguna vez que el planeta enano Ceres era una roca primitiva. Pero hace años la sonda Dawn de la NASA ha recolectado datos sobre este cuerpo que yace en el cinturón de asteroides del Sistema Solar.
Ahora, estamos comenzando a descubrir que hay mucho más. Ceres está entre Marte y Júpiter y es considerado como el asteroide más grande de nuestro sistema solar, además de ser el único planeta enano más cercano que Neptuno.
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De acuerdo a un nuevo análisis de la información de Dawn, Ceres es un planeta oceánico. Cuenta con una sub-superficie de agua salada que podría abarcar toda la circunferencia del cuerpo celeste.
El descubrimiento destaca la importancia de enviar una nueva misión para estudiar a Ceres con más detalle para poder ahondar en su potencial habitabilidad o, indagar si alberga vida extraterrestre.
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La conclusión llega luego de que la sonda de la NASA registrara puntos anormalmente brillantes alrededor del cráter Occator del planeta enano, el cual se produjo por el impacto de un meteorito hace 20 millones de años.
Según ScienceAlert, los científicos establecieron que los patrones se generaban por la presencia de carbonato de sodio; un tipo de sal que se puede encontrar alrededor de diferentes cuerpos de agua salado presentes en la Tierra.
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