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(CNN) — Las escuelas están reabriendo, los parques de diversiones están dando la bienvenida a los visitantes y cenar al aire libre es la nueva forma de comer fuera. Pero a pesar de las señales de que la vida está volviendo a la normalidad, la pandemia de coronavirus ha desaparecido.

Es por eso que un grupo de investigadores de la Universidad de Duke creó una técnica simple para analizar la efectividad de varios tipos de mascarillas que se han convertido en un componente crítico para detener la propagación del virus.

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La búsqueda comenzó cuando un profesor de la Facultad de Medicina de Duke estaba ayudando a un grupo local a comprar mascarillas al por mayor, para distribuirlas entre los miembros de la comunidad que las necesitaban. El profesor quería asegurarse de que el grupo comprara mascarillas que fueran realmente efectivas.

En el estudio publicado el viernes, los investigadores del Departamento de Física de Duke demostraron el uso de un método simple que utiliza un rayo láser y un teléfono celular para evaluar la eficiencia de las mascarillas al estudiar la transmisión de gotitas respiratorias durante el habla regular.

Usamos una caja negra, un láser y una cámara“, dijo a CNN Martin Fischer, uno de los autores del estudio. “El rayo láser se expande verticalmente para formar una delgada hoja de luz, que iluminamos a través de las ranuras a la izquierda y a la derecha de la caja”.

En la parte delantera de la caja hay un orificio donde un altavoz puede hablar. La cámara de un teléfono celular se coloca en la parte posterior de la caja para registrar la luz, que se dispersa en todas direcciones por las gotas respiratorias que cortan el rayo láser cuando hablan. Luego, un algoritmo informático simple cuenta las gotas que se ven en el video.

Fomentar el uso de mascarillas eficaces

Los expertos en salud pública han pasado meses enfatizando que las mascarillas son una de las herramientas más efectivas para ayudar a combatir la pandemia, y muchos estados de Estados Unidos han introducido algún tipo de requisito de mascarillas. Pero al probar su eficacia, los investigadores descubrieron que algunas son literalmente inútiles.

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Los investigadores probaron 14 mascarillas comúnmente disponibles, incluida una mascarillas N95 ajustada profesionalmente, generalmente reservada para los trabajadores de la salud. Primero, la prueba se realizó con un hablante sin usar un tapaboca. Luego lo hicieron de nuevo mientras un orador llevaba una mascarillas. Cada una se probó 10 veces.

La mascarilla más eficaz fue la N95 ajustada. Las mascarillas quirúrgicas de tres capas y las mascarillas de algodón, que muchas personas han estado haciendo en casa, también funcionaron bien.

Las 14 mascarillas utilizadas en la prueba.

Los vellones para el cuello, también llamados mascarillas de polainas y que los corredores suelen usar, fueron los menos efectivos. De hecho, usar una mascarillas de vellón resultó en un mayor número de gotas respiratorias porque el material parecía descomponer las gotas más grandes en partículas más pequeñas que se llevan más fácilmente con el aire.

Los pañuelos doblados y las mascarillas de punto también funcionaron mal y no ofrecieron mucha protección. “Nos sorprendió mucho descubrir que la cantidad de partículas medidas con el vellón en realidad excedía la cantidad de partículas medidas sin usar ninguna mascarillas”, señaló Fischer. “Queremos enfatizar que realmente alentamos a las personas a usar mascarillas, pero queremos que usen mascarillas que realmente funcionen“.

Si bien la configuración de la prueba es bastante simple, todo lo que se requiere es una caja, un láser por menos de $ 200, una lente y la cámara de un teléfono celular. Fischer no recomienda que las personas las instalen en casa.

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A menos que una persona esté familiarizada con la seguridad del láser o tenga experiencia en óptica, el mal manejo de los láseres potentes puede causar daños permanentes en los ojos. Sin embargo, los investigadores esperan que las empresas, los museos y los centros de extensión comunitaria establezcan la prueba para mostrar a las personas qué mascarillas son las más efectivas.

Esta es una herramienta visual muy poderosa para crear conciencia de que unas mascarillas muy simples, como estas mascarillas de algodón caseras, hacen muy bien para detener la mayoría de estas gotitas respiratorias”, indicó Fischer. “Las empresas y los fabricantes pueden configurar esto y probar sus diseños de mascarillas antes de producirlas, lo que también sería muy útil”.

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