Nueva evidencia: Vacuna contra la tuberculosis podría ayudar a combatir el COVID-19

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Investigadores comprobaron que los países en los que muchas personas recibieron la vacuna contra la tuberculosis Bacillus Calmette-Guerin (BCG) tuvieron menos mortalidad por COVID-19, lo que entrega nueva evidencia que apoya que esta inmunización pudiera ofrecer protección frente al coronavirus.

Si bien eso no significa que BCG de alguna manera reduzca el riesgo de enfermedad grave por una infección por coronavirus, coincide con otra investigación que sugiere que la vacuna contra la tuberculosis puede aumentar la inmunidad de las personas en general y tal vez ayudar contra el coronavirus.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido contra el uso de la vacuna BCG para el coronavirus hasta que se sepa más, pero equipos científicos de todo el mundo están estudiando la posibilidad de que pueda ayudar.

Luis Escobar del Instituto Politécnico de Virginia y sus colegas utilizaron los datos existentes para explorar si los países sin un programa nacional de vacunación con BCG tienen mayores tasas de mortalidad por coronavirus. Para hacer una comparación justa, tomaron en cuenta factores como la densidad de población, el acceso a la atención médica y la respuesta a COVID-19.

Encontraron una fuerte correlación entre el uso de la vacuna BCG y la disminución de las tasas de mortalidad de COVID-19 en países europeos socialmente similares.

Cada aumento del 10% en el índice BCG, que indica el grado de vacunación universal contra la tuberculosis, se asoció con una reducción del 10,4% en la mortalidad de COVID-19, informaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

“Lo que distingue nuestro trabajo es que fuimos muy cuidadosos al eliminar variables“, indicó Carolina Barillas-Mury, una distinguida investigadora de los Institutos Nacionales de Salud que trabajó en el estudio. “Cuando las eliminamos, si esto no era cierto, el la asociación debería haber desaparecido. En lugar de desaparecer, se hizo cada vez más fuerte, más directo”, dijo a CNN.

Inmunidad inespecífica de la vacuna

El hallazgo es “notable, pero no suficiente para establecer la causalidad“, escribió el equipo. No es suficiente demostrar con certeza que la vacuna BCG de alguna manera protegió a las personas contra el coronavirus.

Con más de 100 años, la vacuna BCG se usa en muchos países, sin incluir a los Estados Unidos, y se ha asociado con tasas reducidas de mortalidad general en bebés y niños. Hay pruebas sólidas que sugieren que la vacuna proporciona inmunidad inespecífica, protección más allá de la tuberculosis. Los efectos de la vacuna en adultos han sido inconsistentes.

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Otros investigadores han sugerido que las vacunas contra la poliomielitis y el sarampión, las paperas y la rubéola pueden proporcionar protecciones similares contra las infecciones letales, incluido el coronavirus.

Los investigadores advierten que se necesitan ensayos clínicos para demostrar el impacto de la vacuna en COVID-19 grave. Ensayos clínicos iniciales en diversos países se centran actualmente en los trabajadores de la salud en la primera línea de la lucha contra el coronavirus.

Una subvención de $ 10 millones de la Fundación Bill y Melinda Gates en mayo reforzó los ensayos clínicos en Australia, España y los Países Bajos, que se extenderán a 10.000 trabajadores de la salud.

Las primeras imágenes del coronavirus SARS-CoV-2.

La Dra. Denise Faustman, directora de inmunobiología en el Hospital General de Massachusetts y profesora asociada de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard ha estudiado los efectos fuera del objetivo de la vacuna BCG durante años. “BCG estimula el sistema inmune innato“, señaló, “así que cada vez que ve una enfermedad infecciosa, puede combatirla más rápido”.

Ella dice que este es uno de varios estudios recientes, que han apoyado el potencial de la vacuna BCG como herramienta en la lucha contra el coronavirus. “La señal es realmente bastante fuerte de que los países con vacunación previa con BCG tienen protección contra la incidencia y la mortalidad“, sostuvo Faustman, quien agregó que incluso existe la posibilidad de que la vacuna BCG pueda aumentar la eficacia de una vacuna específica contra el coronavirus, una vez creada.

Si la protección de la BCG contra la gravedad del coronavirus se confirma con más investigaciones, podría tener importantes implicaciones para la salud pública. 

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La vacuna podría posiblemente administrarse en países que actualmente no tienen un programa de vacunación universal. “Lo bueno es que se administra solo una vez. Es potencialmente factible aumentar la producción de la vacuna, si funciona y es seguro“, explicó el Dr. Wafaa El-Sadr, profesor de epidemiología de la Universidad de Columbia y director de ICAP, Un programa de salud global.

El Dr. William Schaffner, un especialista en enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt advirtió sobre no poner demasiada cantidad de datos de observación recopilados en todos los países, ya que no todos los países evalúan los casos y muertes de COVID-19 de la misma manera.

“Sin duda es un enfoque novedoso y provocativo para tratar de prevenir esta enfermedad. Necesitamos toda la ayuda que podamos obtener“, aseguró Schaffner, quien está de acuerdo en que se necesitan ensayos clínicos para evaluar realmente el poder de la vacuna BCG en la lucha contra el coronavirus.