Una muestra a través de hisopos nasales, espectometría de masas e inteligencia artificial son los elementos que permitieron a investigadores chilenos, crear y validar una técnica de análisis de muestras para COVID-19 más eficiente a la utilizada actualmente.
Una de las claves fundamentales para contener la propagación del virus entre las personas, es testear y obtener esos resultados oportunamente. Eso lo tenían claro los profesionales y también la limitante económica que tenían algunos países, para implementar laboratorios y obtener acceso a kits de PCR, para realizar las pruebas en los niveles requeridos.
Por lo mismo lo fundamental de esta técnica es su valor y la capacidad que, según detallan estos investigadores, es más simple de implementar.
“Obtienes la muestra de la nariz de un paciente, con un hisopado, y la muestra obtenida, se analiza a través de la espectometría de masas. Con un poco de agua y a través de esa solución, se pone en una placa, que se incorpora al equipo y sale un espectro que refleja las proteínas encontradas en la muestra”, detalla el profesor y encargado del Laboratorio de Síntesis Asimétricas de la Universidad de Talca, Leonardo Santos.
Los espectros de masas, son equipos que identifican compuestos a través de una muestra. En este caso, analizan las proteínas e identifican aquellas que son propias del SARS-CoV2. A ello suman inteligencia artificial, que genera una mayor sensibilidad en la identificación de una muestra positiva o negativa. Según explica, la respuesta está en un minuto. Con esto se podrían analizar y procesar 2.400 muestras diarias, a un valor aproximado de $800.
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Proceso de validación
Sus autores, trabajaron con 362 muestras clínicas obtenidas en primera instancia en el Hospital de Talca, pero también sumaron de Perú y Argentina, países interesados en implementarla en sus territorios.
En primera instancia, hubo un análisis dirigido y controlado, conociendo el resultado de las muestras que se obtuvieron. Esa fue el control negativo y positivo. “Analizamos y se logró distinguir lo dos grupos de manera casi perfecta para nosotros, sobre el 90% de precisión. Con eso el proyecto empezó a crecer”, explica Santos.
Eso porque la Organización Mundial de la Salud (OMS), en sus oficinas de Perú y Argentina, los contacto para comenzar a trabajar con ellos. “Se convenció a las autoridades de esos países que la técnica realmente resultaba y se hizo un convenio con Argentina, para implementarlo en los hospitales de allá”, agrega el líder de la investigación.
Respecto a todas las pruebas que han hecho, Santos señala que en este análisis no interfieren otros virus como el H1N1 o el sincicial. “A través de los biomarcadores que logramos identificar en estas muestras de los pacientes, tenemos seguridad con más del 93% de precisión que esas otras enfermedades virales no interfieren en los análisis”, asegura el investigador.
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Reconocimiento internacional
Esta investigación liderada por Santos, contó con el trabajó de Fabiane Manke, química de la U. Autónoma de Chile; la investigadora de la Universidad de Talca, Oleksandra Trofymchuk, y el alumno doctoral, Alfredo Pereira, quien se encarga de los análisis con inteligencia artificial.
El equipo postuló al Concurso Fondo Covid-19 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) – que asignó de manera extraordinaria recursos para investigación relacionada con este coronavirus -, pero no obtuvieron financiamiento. Esto porque esta técnica, no tendría una aplicación real en los próximos meses.
Aún así, sí fue validada y publicada en la revista Nature Biotechnology. “Publicar en Nature es el sueño de cualquier científico, es una de las mejores revistas del mundo”, manifiesta la co-investigadora Fabiane Manke. “Sentimos el logro, además de aprobar la investigación, que nosotros somos capaces de hacer una investigación a nivel de una universidad de región en Chile”, agrega la químico.
Como parte de su desarrollo social, los investigadores y la institución decidieron no patentar esta idea. De esta manera, dejan a disposición de laboratorios chilenos y del mundo el uso de ella para analizar muestras de COVID-19.
“Es un equipo común para quien trabaja en el área y además se encuentra en muchos laboratorios de análisis del mundo. Entonces se puede emplear esta técnica en cualquier lado, pero sobretodo en Latinoamérica, donde los recursos para comprar reactivos y kits de PCR son limitados. Es una metodología muy barata, por lo que facilita mucho el análisis de gran cantidad de muestras”, finaliza Manke.
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