VIDEO RELACIONADO – Consejos para conciliar el sueño durante pandemia (04:16)
Fernanda Montecino tiene 18 años. La pandemia la sorprendió iniciando una nueva etapa en su vida: una carrera universitaria. Comenzó a estudiar derecho y ha tenido que lidiar con la dificultad de aprender a través de las clases online. Eso, sumado al confinamiento y otras dificultades, han provocado estragos en su diario vivir.
“A veces duermo tres horas. Los días que más duermo son cinco. Digo días, porque en la noche es cuando menos tengo sueño”, nos comenta. Eso ya lo percibe desde hace un mes y medio.
Lee también: Psicobiomas: Bacterias intestinales que pueden alterar el comportamiento humano
Como Fernanda, muchos han comenzado a sufrir de insomnio durante estos días de encierro.
“Es súper difícil medir cuánto ha aumentado, porque la gente que consulta a un médico por insomnio (manera cómo podemos captar el número) no es mucha. La mayoría que tiene insomnio dice ‘bueno, es normal por lo que estamos viviendo’ y se aguanta o se consigue algún remedio con algún amigo, que es lo que nosotros decimos que por favor NO hagan. Pero los que consultan son menos. Está lleno de pacientes con insomnio. Nosotros lo estamos viendo, los que nos dedicamos a la consulta”, nos relata la neuróloga y directora del Centro del Sueño de la UC, Dra. Carolina Aguirre.
El insomnio, se define como la incapacidad de dormir cuando la persona lo quiere y encontrándose en oportunidad para hacerlo. La doctora Aguirre explica que para que se distinga qué es insomnio, es necesario dar cuenta que existe un contexto para el sueño: habitación silenciosa, luz, temperatura adecuada, sin mayores estímulos y en un horario indicado. “Si estando en ese contexto, tú no puedes dormir, y esto te implica un impacto en tu vida diaria, tanto en la capacidad de rendir, tu estado anímico, ahí ya hablamos de un insomnio, como una patología”, asegura la especialista.
A eso añade que existe el “insomnio de ajuste”, el que afecta por unos días o pocas semanas. También está el “insomnio crónico” que es cuando ya transcurren más de tres meses.
Respecto a eso, el académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de las Américas, Luis Pino, menciona que el grado de este trastorno del sueño va a depender de varios factores: “biológicos, psicológicos o cognitivos, sociales o ambientales. Sin embargo, el pronóstico de esto es situacional, situación de encierro o miedo frente a la cesantía. En la medida que el estímulo que la produce sea manejable, mejore o se resuelva, el sueño se va a volver a conciliar”.
Pandemia como factor
Adoración Uzcategui es periodista y actualmente vive en Argentina. En ese país ya llevan siete semanas de confinamiento obligatorio. Tiene insomnio diagnosticado desde hace un año y medio y su origen fue la ansiedad.
Por lo mismo, mantiene tratamiento farmacológico y atenciones médicas a distancia. Con la situación mundial, afirma, que “se ha afectado mi patrón de sueño. Me duermo más tarde (…) He tenido episodios aislados, donde me cuesta más conciliar el sueño”, cuenta a Futuro 360.
Lee también: Pandemia por coronavirus: ¿Cómo trabajar desde casa sin enloquecer?
La directora del Centro del Sueño UC, afirma que la situación actual genera un estrés mayor en las personas, que se ve reflejado en los problemas para dormir.
El miedo a enfermarse, perder el trabajo, el cambio de rutinas son algunas de las razones que alteran la tranquilidad de una persona. A eso agrega el encierro. Muchas personas mantienen su rutina diaria en sus piezas, por ende, el cerebro deja de entender este lugar como zona de descanso.
“La gente que desarrolla insomnio en general, son personas que tienen cierto sustrato para desarrollarlo. O sea, tienen ciertas características en su personalidad, con mayor tendencia a la ansiedad, por ejemplo. Habitualmente, quienes sufren de esto en esta etapa, han tenido previamente el trastorno. Entonces, acá se ha agudizado más que debutar con insomnio”, explica la doctora Carolina Aguirre.
Situación que Fernanda Montecino reconoce, puesto que hace un par de años había sido diagnosticada con depresión y sufrió insomnio. En ese momento, a diferencia de ahora, mantuvo un tratamiento farmacológico.
Tratamiento inicial clave: Higiene del sueño
Lo que se debe buscar es mejorar y limpiar los malos hábitos que puedan dificultar el buen descanso. Eso se conoce como “higiene del sueño”.
“La idea es que el individuo pueda manejar y controlar su ambiente. Al menos desde mi disciplina, eso es lo que se sugiere”, explica el académico Luis Pino.
La directora del Centro del Sueño UC, Carolina Aguirre, recomienda mantener rutinas, como el horario del desayuno, almuerzo y cena. Levantarse a la misma hora y que el día, se termine también a una misma hora. Ordenar el inicio y término de trabajo. Que cuando comience a oscurecer, la persona realice cosas más pasivas, para que el cerebro entienda que el día llega a su fin. Esto implica desconectarse de artefactos eléctricos como el computador, celular o televisor. Idealmente, una buena lectura es ideal para desconectarse.
Lee también: Madrugadores extremos: Los genes que hacen a 1 de cada 300 personas despertar a las 3 A.M.
La especialista agrega que es importante no exponerse a tanta información sobre la pandemia y, de ser posible, agregar actividad física durante las mañanas.
Los expertos insisten en la importancia de no automedicarse ni consumir alcohol. Si las recomendaciones anteriores no tienen un buen resultado, ambos son enfáticos en señalar que es necesario consultar a un especialista.
Deja tu comentario