La contaminación odorífera ha sido considerada como un factor que afecta la salud y la calidad de vida humana: puede causar dolor de cabeza, náuseas, estrés y problemas respiratorios. En nuestro país se han conocido casos emblemáticos, relacionados a episodios de olores que han generado una serie de perjuicios a las comunidades de los lugares aledaños.
Basta recordar lo sucedido en el año 2012 cuando los habitantes de la localidad de Freirina, en la Región de Atacama, se manifestaron por los olores que emanaba el plantel de cerdos de la empresa Agrosuper, donde se faenaba casi medio millón de animales. Si bien el caso concluyó cuando se cerró dicha planta, no se elaboró hasta ahora, un instrumento legal que regule este tipo de emisiones.
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El Ministerio de Medio Ambiente publicó recientemente el anteproyecto para la primera norma de olores en Chile. El objetivo es hacer que los planteles porcinos controlen sus emisiones mediante tres focos principales: un límite en la emisión de olor en el receptor, reducir la emanación de olor en fuentes como las lagunas de purines y exigencia de reporte de las prácticas operacionales.
“Hemos elaborado la primera regulación de olores en Chile, con la que buscamos garantizar la calidad de vida de las personas, evitando que estén sometidas a olores molestos de manera permanente por algún plantel porcino cercano a su comunidad”, aseguró la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
En Chile se contabilizan 103 planteles de cerdos. La mayor concentración de estos recintos se observa en la región de O”Higgins con un 40%, seguido de la región Metropolitana con un 35%. Según ha informado la Superintendencia de Medio Ambiente, un 10% de las denuncias recibidas por malos olores corresponden a este tipo faenadoras.
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“La norma de emisiones de olores para el sector porcino obligará a los establecimientos a reducir sus emisiones, mejorando tanto su estándar operacional, como disminuyendo la frecuencia y la concentración con la que se percibe el olor actualmente. Si bien, hay empresas que ya están aplicando tecnologías que evitan olores molestos, con esta norma estableceremos los niveles que garanticen que el olor no afecte el bienestar ni la vida de las personas“, expresó la Ministra Schmidt.
Este proyecto será sometido a consulta pública donde la ciudadanía podrá realizar sus observaciones. Sin embargo, debido a la pandemia estos procesos están temporalmente suspendidos hasta que finalice el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe. Igualmente, se espera que la consulta pueda realizarse durante el segundo semestre de este año en el sitio www.consultasciudadanas.mma.gob.cl
¿Cómo se mide el olor?
La nariz es capaz de percibir sustancias odoríficas a niveles de muy baja concentración y no existe un instrumento capaz de reemplazar el olfato. Sin embargo, se han desarrollado distintos métodos estandarizados para cuantificar el olor.
Dentro de los más reconocidos se encuentra la olfatometría dinámica, una técnica que utiliza un equipo en un laboratorio, donde se diluye aire limpio con los gases de una muestra con olor. Los expertos determinan el umbral de percepción del este y a partir de la respuesta, se calculan las unidades de olor por metro cúbico de la muestra.
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